El 30 de octubre 163 personas consiguieron entrar a Ceuta por el paso fronterizo de Benzú. Ocho personas fueron devueltas en caliente y no tuvieron oportunidad de pedir asilo. Siete fueron declarados menores de edad.
Los 148 jóvenes restantes pidieron refugio al Estado. Hasta el momento hay 21 solicitudes admitidas a trámite, la mayoría por silencio administrativo positivo
La Oficina de Asilo y Refugio del paso fronterizo del Tarajal fue estrenada, después de cinco años, el pasado 1 de septiembre. Doble turno de abogados y abogadas de oficio así como de policías y funcionarios de Extranjería. Después de las primeras entrevistas, de 148 solicitudes tan sólo 6 fueron aceptadas a trámite. Esta admisión significa que las causas por las que una persona pide ser refugiada se estudiarán con detenimiento, no que se le conceda a nadie el asilo. Mientras dure el proceso, el Estado se hace cargo de la persona migrada. Si ni siquiera se se acepta la solicitud, puede ser expulsada.
La mayoría de solicitudes, denegadas
La totalidad de las personas que vieron sus expedientes denegados pidieron un reexamen. Después de este, a 21 migrantes se les ha aceptado la solicitud. Ahora bien, la mayoría por «silencio administrativo positivo«, según informa la decana del Colegio de Abogados de Ceuta, Isabel Valriberas. ¿Qué significa?
Silencio administrativo positivo
Cuando formulas una petición a la administración y no hay respuesta, normalmente te será denegada. En el caso del asilo, al ser una cuestión tan delicada, es aceptada. Fuentes de este proceso explican que una de las razones de estos «silencios» puede ser la saturación que vivió en esos días la Oficina de Asilo y Refugio.
El principio de no devolución ha caducado
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que tiene a una observadora analizando los procedimientos, explicó a El Foro de Ceuta que esta vez la administración «está siendo garantista». Esto no implica que, tal y como recuerda Valriberas, el Ministerio del Interior podría expulsar de un momento a otro a todos los que tienen la solicitud denegada, puesto que sobre ellos planea una orden de expulsión.
El hecho de que todos los expedientes denegados se hayan recurrido a la Audiencia Nacional no evitaría una expulsión a Marruecos –no sabemos si Interior lo solicitó al reino vecino o no– o a los países nacionales de las personas migrantes. El principio de no devolución solamente opera en la fase de solicitud de asilo. A no ser que haya circunstancias especiales como enfermedades o riesgo de muerte en el país donde se pretende deportar, los jóvenes que entraron por Benzú podrían ser expulsados.
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