Las clínicas de aborto y cambio de sexo se unen a los úteros alquilados para consolidar la eugenesia física y mental humana. ¡Deja que lo que hay debajo respire! Pienso mientras observo a mi amante perder el sentido. ¿Por qué desinfectar los hospitales cuando el peor virus somos nosotros mismos? ¡Credibilidad y seguridad frente a todas las causas! Gritan al unísono una mal estructurada marabunta de gente que camina a tropezones por una estrecha calle madrileña.
Las medidas de higiene pública son tomadas a nivel superficial. Zendal. No es suficiente limpiarse el culo con papel higiénico de tres capas. Cada niño muerto en el útero equivale a 85 años de generación perdida. ¡Viva la movida madrileña! ¿Hemos subestimado la gravedad del virus o nos creímos más guapos de lo que éramos? [Álvaro Benito, exjugador del Real Madrid C.F.].
Hasta el amargo último trago es vino. No se trata de seguir bajo las órdenes de Soros. La reestructuración del sistema tributario junto a la reducción de la burocracia y la simplificación efectiva son medidas internas necesarias e indiscutibles. ¡Ya está bien de culpar al amigo de las falencias propias! Todo(s) se ha(n) (o)puesto en alguna ocasión. Asfixia erótica.
La nueva normalidad ha desmantelado el estado del bienestar. ¿Qué bienestar? Me niego a permanecer en un manicomio lleno de “cuerdos” (mal)nacidos. ¿Por qué no convertir los centros de re(con)cepción en resorts? Imposible. La mayoría de los jubilad(os)os e incivilizados no saben cómo controlar la(s) regla(s). Menopausia. ¡Que vienen las suecas! [Amor a la española, 1966]. ¡Ay si ellas supieran que eres gitano y de Albox!
Estas señoras realmente me (re)pugnan… pienso mientras están pintando el altar de un negro muerte reluciente frente a mí. ¿Qué cuesta derribar al “monstruo” y dar dignidad a las personas y pr(b)ecarios? ¿Quién soy yo para decidir entre la vida y la muerte? ¡Cállate! [Me grita mi segregador de bilis]. … Cuesta bastante matarme a mí mismo. Un par de palomas alegran el día de Viernes Santo: ¡Me dan alas! [Red Bull].