La crisis mundial del coronavirus ha puesto en jaque todo el sistema y ha sacado a relucir a aquellas profesiones que siempre han sido fundamentales pero que, quizá, carecían de ese reconocimiento social. Por el aniversario del decreto del estado de alarma, hemos querido homenajear a las profesionales que contienen gran parte de la pandemia: hablamos con las limpiadoras del Hospital Universitario de Ceuta
Si algo ha demostrado la pandemia es el papel esencial que juega la limpieza en la sociedad y lo fundamentales que son las trabajadoras de la limpieza profesional que han estado todo el año en primera línea combatiendo de frente al coronavirus. Con motivo del aniversario del decreto de estado de alarma y la obligatoriedad del confinamiento, hemos hablado con quienes nos protegen y cuidan de manera silenciosa manteniendo el Hospital limpio y desinfectado en todo momento.
Pilar Sánchez, responsable de limpieza del turno de mañana; Teresa Rivero, responsable de limpieza del turno de tarde y Carmen Roca, trabajadora profesional de limpieza de partos y la sustituta de las encargadas cuando éstas se van de vacaciones nos esperan en su despacho para enseñarnos cómo se organiza el trabajo del personal de limpieza y cómo han vivido este año de pandemia siendo pilares esenciales en la lucha contra la COVID-19. Las tres forman parte de las 23.000 mujeres limpiadoras de hospitales en toda España (según datos de EFE), con ellas recorremos algunas áreas hospitalarias y nos quedamos a las puertas de la planta de hospitalización de enfermos con coronavirus.
Trabajan en el hospital desde hace muchos años, no recuerdan desde hace cuánto tiempo, pero todas superan los 25 años de carrera. Siempre han trabajado como limpiadoras profesionales, «empezamos por necesidad y ahora estamos acostumbradas a esto».
Nos llevan a su sala de estar, donde podemos ver a un compañero desayunando, nos explican que hay unas 130 mujeres trabajando entre los Centros de Salud y el Hospital, y hombres «te los voy a contar por el cuadrante de las vacaciones, porque son muchos menos que nosotras, unos 27«.
Esto demuestra lo que la Asociación profesional de empresas de limpieza (Aspel) ha asegurado y es que, el trabajo de limpieza de hospitales españoles también está representado en su mayoría por mujeres, representando el 77 % del total, ocupando puestos de dirección en distintos departamentos de las empresas del sector como RRHH, financiero, gerencia y direcciones territoriales.
Pilar, la responsable del turno de mañana nos explica cómo es el día a día de una limpiadora del hospital «llegan por la mañana, miran cómo están sus carros, sus materiales lo que les falta, lo que nos les falta y bajan al almacén, y cada una me va pidiendo las necesidades que tengan, los líquidos que no les hayan dejado en el otro turno o lo que haga falta, porque tienen que reponer los carros antes de empezar».
Una vez todo preparado para comenzar el día, cada una se dirige a su unidad o servicio, «ahora mismo ante un alta de COVID, las niñas primero se tienen que proteger y luego por ejemplo, si es un alta que se ha ido el enfermo y la habitación se queda vacía primero tienen que desinfectar techo, paredes, mobiliario, colchones, la cama.. todo, y luego pasa el peón de limpieza con un producto que tiene que echar en todos los enseres y a las dos horas, van las chicas a retirarlo».
El protocolo es completamente diferente de una habitación COVID a una habitación normal nos relatan, «en una normal solamente entra la limpiadora, en una saliente de COVID o alta de COVID tiene que entrar primero la limpiadora y luego el peón» nos explican.
La división sexual del trabajo de limpieza
Durante la conversación con las responsables de la limpieza del HUCE vemos que hay una clara división sexual del trabajo, algo que se debe, según ellas, a que «las niñas hacen su trabajo y los peones los tenemos para otros enseres: cristales, fachadas, basura, ropa sucia, ropa limpia… ellos tienen su cometido y las mujeres el suyo«. Normalmente, continuan detallando «ese trabajo lo hacen los hombres porque van con unas mochilas, la mochila pesa, la llevan a la espalda y van fumigando, y claro, una vez están con el líquido les pesa una barbaridad, y lo suelen hacer los hombres».
Esta división del trabajo afecta también al sueldo, «los peones tienen un plus de especialidad, que en este caso lo cobran los cristaleros y los que cogen máquinas de más de 1,5 que son la mayoría, el resto todos cobramos lo mismo. También tenemos un plus que cobramos todos que se llama el ‘Plus hospitalario‘, y que antes lo cobrábamos por zonas, pero ahora en este nuevo contrato hemos conseguido que todos lo cobrásemos». Una reivindicación del sector durante la pandemia y que han conseguido «porque ahora entra un enfermo, de momento no es COVID, pero a los 10 minutos si lo es, entonces los trabajadores lo reclamaban, algunos se negaban a entrar en sitios si no lo estaban cobrando, y hemos conseguido que ahora lo cobremos todos, a parte de ese que cobran los especialistas».
«Al principio no teníamos muchos recursos, no había donde comprar mascarillas»
Hace un año que se decretó el estado de alarma y «ha sido un cambio radical, brutal» explican las tres al unísono. «Al principio fue todo muy novedoso, ahora ya nos estamos acostumbrando, pero al principio no teníamos muchos recursos, no había donde comprar mascarillas, hidrogeles y eso si los encontrábamos, nosotros veníamos de trabajar con otra empresa, nos subrogaron en julio o agosto y con la anterior empresa muy bien, el único problema que teníamos eran las mascarillas. Aunque pudimos solucionarlo… pero había quien decía que no nos las pusiéramos y luego nos obligaron a ponérnosla, fue todo una locura, había mucho desconocimiento, todo era muy nuevo y luego cambió todo».
Pilar contactó con ‘Mascarillas Solidarias‘ e hizo un pedido para todo el personal del Hospital «con eso fuimos tirando, la empresa no tenía como localizarlas y entonces el propio Hospital nos proporcionaba una cantidad a la semana y nos daba incluso FPP2 para los trabajos en los que estábamos más expuestos. El hospital se portó muy bien con nosotros y nos ayudaron muchísimo».
Sobre los cambios a los que han tenido que enfrentarse en este último año, explican que al principio seguían con el mismo protocolo, «ahora quizá hayan cambiado los productos y están más adaptados a la COVID, pero anteriormente que era todo nuevo, utilizábamos los productos desinfectantes de siempre, todo revisado por el Servicio de Medicina Preventiva, y ahora se sabe más y son más específicos». Teresa nos asegura que «al principio todo era a ciegas y una locura«.
La pandemia ha visibilizado el trabajo de las mujeres
La pandemia ha hecho visible el trabajo de las mujeres, y el trabajo tan esencial que siempre han hecho las limpiadoras, «el hospital siempre nos ha valorado, la mayoría llevamos muchos años, incluso la enfermería, los supervisores… tenemos un buen trato con ellos». Carmen nos cuenta que trabajar durante la pandemia ha sido «un poquito estresante, puesto que todo te cambia, desconoces a lo que vas a enfrentarte… miedo, mucho miedo. Ir acostumbrándonos a esto ha sido fácil visto desde la distancia, pero en ese momento era todo terrorífico».
Mientras caminamos por el Hospital y vemos de primera mano el día a día de la institución, Pilar nos cuenta que «llegar a casa era dejar zapatos en la puerta, quitarnos la ropa, ducha, antes de juntarte con los tuyos… la verdad es que ha sido tremendo, y al principio estaba todo muy confuso, nos decían hoy una cosa, mañana otra, había gente con muchísimo miedo«.
Confiesa que lo ha pasado mal por los trabajadores «tenían muchísimas dudas, casi todas me las transmitían a mí o a Tere, que es la encargada de tarde, y había criaturas que tenían muchísimo miedo, yo las tranquilizaba en la medida de lo posible, pero era la primera que tampoco sabía incluso que decirle». Teresa añade que era «muy estresante todo». «También notábamos mucho el miedo en el personal sanitario, en cuanto había un enfermo que tenía COVID ellos mismos se asustaban muchísimo, requerían nuestra presencia y la querían inmediata para que limpiáramos y desinfectásemos las consultas, era todo un caos al principio».
Nos vamos a partos, allí vemos a una compañera que está trabajando y limpiando la zona de enfermería, confiesa que le da vergüenza salir en las fotos que le hace mi compañero, pero hoy ellas son las protagonistas, está la mañana tranquila en partos y el matrón de guardia nos recibe en el pasillo.
Pocos contagios entre el personal de limpieza durante la pandemia
Sobre los casos de coronavirus entre el personal de limpieza, presumen de no haber tenido ningún contagio en la primera y segunda ola, pero lamentan haber tenido todo un turno contagiado en la tercera ola «después de Reyes el turno de festivo de tarde se contagio entero, una chica de festivo de tarde dio positivo y de ahí todos los compañeros, pero no sabemos si se contagió en el trabajo».
Aunque fueron «solo seis o siete contagios», Teresa confiesa que se encontró «tirada» un domingo por la tarde sin nadie para limpiar, «pero se pudo solucionar como se pudo, al principio nos asustamos mucho porque creíamos que todos tendríamos que confinarnos porque las tres que estamos aquí tenemos contacto con todos ellos, y al final no pasó nada».
«Tenemos mucha suerte de tener muy buenos trabajadores y la mayoría son buenísimas personas, les pedimos por favor que para salir del problema vinieran y se les compensaría por otro lado», añade Pilar.
Sentirse valoradas es fundamental para realizar un buen trabajo, y la pandemia ha sacado a relucir el papel fundamental de mantener todo limpio y desinfectado, sin embargo la percepción de estas tres mujeres es muy diferente, una de ellas asegura no sentirse «para nada valorada», sin embargo otra asegura que sí, «que es como todo, hay gente sí te valora pero otras que no, hay Servicios que si nos valoran, pero hay otros que no, aunque la mayoría si, los que nos conocen de toda la vida».
Trabajar en la planta COVID es «muy estresante»
Pasamos por la puerta de la UCI COVID, a día de hoy hay nueve personas ingresadas en la Unidad y 15 personas en la planta COVID. Nos explican que trabajar en el área COVID es «muy estresante, se tienen que poner los trajes de protección individual (EPI) y estar todo el día con él», nos dirigimos a las puertas de la ‘Planta COVID’, donde Carmen nos explica que ellas son las que están cerca de los pacientes y «ellos se ven muy arropados por nosotras».
Y es que, las trabajadoras de la limpieza han tenido un papel muy importante en esta pandemia, además de su labor han servido de apoyo a los pacientes «se nos parte el alma porque nos ponemos en el pellejo de esas personas, porque nos puede pasar a nosotras igual y en lo que podamos ayudarles, le ayudamos aunque no tengamos nada que ver con enfermería ni nada, pero nosotras estamos ahí para todo, siempre», nos explica Carmen.
Teresa puntualiza que la trabajadora del área COVID «hay días que está destrozada» y que les cuentan por ejemplo, que «el paciente que estaba intubado ha muerto… y claro, es que tienen un trato diario con ellos y de golpe y porrazo te dicen «se ha puesto peor, o ha fallecido» y las chiquillas se afectan, sobre todo ellas que están ahí».
A las puertas de la planta COVID nos reunimos con la supervisora de las enfermeras del área, Rosario Álvarez que nos asegura que trabajar en el área COVID está siendo «un poco duro, porque ya llevamos mucho tiempo y es una carga psicológica más que física, vamos por la tercera ola y esperamos que no haya una cuarta… esperamos que la gente se conciencie en Semana Santa y no haya una cuarta ola, ya no solo por nosotros, que es nuestro trabajo, si no por los autónomos y sus negocios… la ciudad no va a resistir un cuarto cierre».
Rosario asegura que «el trabajo de limpieza siempre es fundamental, pero en estas condiciones que hay que extremar todavía más las medidas de higiene, vamos, imprescindibles. Imaginar un hospital sin servicio de limpieza sería catastrófico, el servicio de limpieza de Ceuta es inmejorable y el trato, son una mas de la planta. Estoy muy contenta, esta es una planta muy dura y se me subió a una segunda empleada porque es imposible para una sola, estoy muy contenta con las dos empleadas del turno de mañana y las dos de tarde».
En el momento de realizar el reportaje, este miércoles 10 de marzo, había dos pacientes COVID y ocho post COVID ingresados en la planta COVID del Hospital, que cuenta por ahora con 22 habitaciones (con posibilidad de ampliar) «pero los post COVID son pacientes de muy larga estancia, porque normalmente salen muy deteriorados del servicio de UCI, una estancia de un día en UCI equivale a cuatro o cinco días en planta, luego hay que hacer un trabajo muy exhaustivo con ellos, de mucha rehabilitación».
Rosario nos confiesa que las pérdidas «se viven muy mal. Piensa que hay un trato muy directo tanto con el paciente como con sus familias que se quedan dentro, nosotros no les llamamos por los números de habitación, les llamamos Marina, Felipe, Mohamed, Zobida… tienen su nombre, trabajamos con personas en concreto y que llevan meses conmigo, es un trato muy personal y las pérdidas se llevan muy mal».
Sólo faltan unas 30 trabajadoras de limpieza sin vacuna
Sobre las vacunaciones, Pilar y Teresa nos explican que hubo un problema con el primer listado que se envió a Medicina Preventiva. «Hace unos meses me llamó la dirección del centro para que le diera un listado de personal que se quería vacunar, pero no sabemos lo que ha pasado con ese listado, porque hace poco me llamaron para ver cuantas habíamos sido vacunadas y ninguna de nosotras había recibido la vacuna. Preguntaron y se dieron cuenta de que no había habido ninguna vacunación, a partir de ahí le dieron el listado a Mari Carmen, la Jefa de enfermería del Centro de Salud de Otero y desde que ella nos cogió ha ido fabulosamente. Le volvimos a reenviar el listado y ella se ha encargado de todo».
Desde que enviaron el segundo listado el mes pasado ya cuentan con más de la mitad de menos de 55 años vacunados, y el día de la entrevista, les comunicaron que sobre el día 22 o 23 de marzo se volverían a poner en contacto con ellas para que sean vacunados el resto, «creo que somos unos 30». Las supervisoras de la limpieza del Hospital confirman que los Centros de Salud han sido vacunados, y los menores de 55 años también todos vacunados.
La situación laboral de las limpiadoras en Ceuta
La pandemia ha puesto el foco en quiénes son las imprescindibles. Se ha demostrado que sin ellas, sin las mujeres que se dedican a la limpieza, la cadena de lucha contra la enfermedad es complicada. Pero, más allá de la pandemia el colectivo de la limpieza se ha caracterizado por tener unas condiciones laborales susceptibles de mejorar.
Aprovechamos la charla con las responsables de la limpieza del Hospital para conocer un poco más en qué situación laboral se encuentran. «Venimos de otra empresa, y la verdad es que siempre hemos tenido muchísima suerte, hemos estado trabajando muchos años con Trinitas y ahora empezamos en julio con OHL, hasta ahora el trato es cordial y bueno. Pero tengo entendido por criaturas que vienen con curriculums y pidiendo trabajo que hacen con ellas lo que quieren, a nosotras nos tienen un poco más protegidas porque saben que trabajamos en una Institución pública y que tampoco pueden sacar mucho el pie del tiesto, pero aquí vienen criaturas de trabajar días completos, de pagarles una miseria de no tenerlas aseguradas… que la verdad que cuando vienen y trabajan con nosotros dicen, «¡uy!» se quedan asombradas, hacen con ellas lo que quieren, y con nosotras no lo pueden hacer».
Aunque su situación es mejor que las de otras compañeras que no trabajan en el Hospital, explican que las reivindicaciones de sus compañeros son «que sus días libres no se los toque nadie, sus vacaciones y poco más, no tenemos un colectivo problemático, la mayoría de los trabajadores son muy buenas personas, los que están de contratos quieren optar a tener algo fijo y contar con algo fijo».
Limpiadoras… Y para cuando podremos hablar de limpiadores, en que momento de la historia se dogmático este trabajo y lo convirtió en exclusivo para las mujeres… Hay chicos que no les importaría impar de echo dejan sus curriculums y la primera pregunta es si tiene alguna minusvalía…. Este micro machismo existe y sin embargo nadie habla de ello, la fregona se invento en España y las mujeres tomaron posesión de ellas y por ahora no piensan soltarlas… Igualdad real y menos demagogias interesadas.
Es verdad lo que dices en esta entrevista solo habla de lo que les interesa la realidad es otra, imposible trabajar en el hospital pues lleve mi curriculum y nada, ahí hay un familiarísimo que te cagas han metido solo a sus hijos y los mas allegados que se dejen de tanta hipocresía
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