La ciudad acoge la segunda edición de las jornadas de maniobras de rescate vertical, con la participación de diez equipos nacionales y un equipo internacional procedente de Dublín. Los escenarios, repartidos por toda la ciudad, han sido diseñados para poner a prueba las habilidades técnicas de los participantes, quienes deberán improvisar y enfrentarse a situaciones reales. Este año se introducen varias novedades, como el uso de drones y un entorno natural para ampliar los desafíos
El próximo 5 de octubre, la ciudad se convertirá en el escenario de la segunda jornada de maniobras de rescate vertical, un evento que ha crecido desde su primera edición tanto en participantes como en complejidad. En esta ocasión, diez equipos de rescate de diferentes regiones de España, como Albacete y Segovia, se unirán a un equipo internacional de bomberos de Dublín, que viene con una amplia experiencia en competiciones. Además, se contará con la figura de un equipo observador, que asistirá para aprender y mejorar su destreza técnica.
Los equipos se enfrentarán a cinco escenarios repartidos por toda la ciudad, con localizaciones cuidadosamente seleccionadas para ofrecer un reto tanto técnico como logístico. Entre estos, destacan el Puente del Chorrillo del Caballar, la Gran Vía y el Mirador de Isabel II, en las afueras de la ciudad, que incluirá un entorno natural. Además, habrá un sexto escenario sorpresa que promete ser una de las pruebas más emocionantes y singulares de la jornada.
A lo largo del día, los participantes deberán rescatar a personas en situaciones simuladas, resolviendo escenarios que desconocen hasta su llegada. Cada escenario tendrá una duración de dos horas, y los equipos rotarán entre ellos en un formato circular, trabajando desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
Este año, una de las principales novedades es el uso de drones para aumentar la visibilidad de la ciudad y apoyar en las labores de rescate. La organización ha trabajado estrechamente con las autoridades locales para garantizar la seguridad y la coordinación en este aspecto, teniendo en cuenta las restricciones aéreas de la ciudad, que cuenta con un helipuerto y zonas militares.
El objetivo de estas jornadas es claro: compartir conocimientos, aprender unos de otros y disfrutar de los paisajes y escenarios urbanos y naturales de la ciudad. Los organizadores han hecho un esfuerzo especial por integrar las maniobras con la vida ciudadana, escogiendo espacios peatonales donde los residentes puedan presenciar estas complejas operaciones de rescate.
Una vez concluidas las maniobras, los equipos se reunirán para intercambiar impresiones y discutir las estrategias utilizadas en cada escenario. Esta apuesta por la colaboración y el aprendizaje colectivo es lo que ha convertido a estas jornadas en un evento cada vez más destacado dentro del ámbito de los rescates verticales a nivel nacional.
Con más participantes, más escenarios y la presencia internacional, esta segunda edición promete ser una cita imprescindible para los profesionales del rescate, que no solo pondrán a prueba sus habilidades, sino que también disfrutarán de los paisajes y la hospitalidad de la ciudad anfitriona.