Elisenda Alamany, recientemente nombrada secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ha dejado claro que su partido no cederá en sus demandas hacia el PSOE y el PSC. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Alamany enfatizó que tanto Cataluña como ERC deben recuperar el respeto perdido, desde aspectos simbólicos hasta cuestiones más concretas.
Alamany destacó que si los socialistas desean el respaldo de ERC para los presupuestos, deberán honrar los pactos previamente establecidos. «Cataluña debe volver a hacerse respetar y ERC debe volver a hacerse respetar«, afirmó, subrayando la relevancia de los símbolos para un país como Cataluña.
Estas declaraciones se producen tras la reelección de Oriol Junqueras como presidente de ERC, quien ganó con el 52,2% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones internas. La victoria de Junqueras reafirma la dirección del partido en un momento crucial.
Alamany también criticó al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, por gobernar en solitario y en una posición de debilidad. Reprochó la integración de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el servicio de emergencias 112, así como el incumplimiento de acuerdos sobre la seguridad en puertos y aeropuertos.
Entre los acuerdos pendientes, Alamany mencionó la necesidad de una financiación singular para Cataluña y la condonación de la deuda del FLA. Estos temas son fundamentales para ERC y su cumplimiento es crucial para futuras colaboraciones con el gobierno central.
En cuanto al futuro de ERC, Alamany se mostró optimista sobre la posibilidad de unir al partido tras un proceso interno complicado. «Pasadas las elecciones, todos somos el mismo partido«, declaró, extendiendo una invitación a los miembros de otras candidaturas para trabajar juntos.
A pesar de que Xavier Godàs, líder de la lista opositora, anunció que su grupo no se integraría en la nueva dirección, Alamany aseguró que las puertas están abiertas para todos. «El reto es levantar el partido juntos«, subrayó, destacando la necesidad de liderazgo, claridad y proximidad con la militancia.