El mundo ya está totalmente con el contador cambiado,
es un enorme esperpento y el hecho de levantarse cada día
debe de suponer un enorme esfuerzo dado la gran mascarada
que vivimos en el espectáculo de la cotidianidad cada vez mas
sonoramente loca.
Por otro lado , está bien que las cosas sucedan así ya que se
le cayó la máscara al sistema y ahora se le ha visto la cara,
para el que la quiera por supuesto ver, al sistema.
Nominan para el Premio Nobel de la Paz al jefe de la OTAN
ese personaje trepador Noruego , además.
Una presidencia que ha generado sin ir más lejos la guerra
en Europa con Ucrania, otras múltiples guerras desde la
de Vietnam , Siria y cualquiera de ustedes pueden consultar
que es realmente la OTAN.
Ni siquiera a Gandhi le dieron ese honor, pero bueno,
eso nos aleja de los premios , honores, títulos,
propiedad, riquezas y otras lisonjas propias de
los hombres ridículos sin fondo.
Estamos ya en el fin de este sistema agonizante y sin
sentido, vemos ya como el jefe de una organización
militar armada hasta los dientes y precursora de
numerosas guerras en el planeta podría llevar el
galardón de la Paz.
Parece como si el mundo estuviera encerrado en
un manicomio de máxima seguridad en donde
no se sabe bien donde está la verdad, los valores,
la dignidad y la paz.
El ser humano ha perdido el norte y no sabe a donde
va y esto nos puede hacer pagar una factura
muy dura.
En este panorama dantesco cada uno de nosotros
debe de decidir que hacer con su vida así como
ponernos en activo a influir cada persona en su
forma para cambiar las cosas.