Se resolvieron favorablemente solicitudes de personas procedentes de países como Malí, que antes de 2020 eran rechazadas mayoritariamente. El número de solicitudes descendió por segundo año consecutivo debido de nuevo a las restricciones fronterizas impuestas por la pandemia. CEAR lamenta que, pese a la mejora, solo el 10,5% de las resoluciones de asilo fueron favorables, frente al 35% de media europea
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) celebra la mejoría experimentada por España en cuanto a reconocimiento de protección internacional en 2021, ejercicio en el cual duplicó el porcentaje de resoluciones de asilo favorables: 10,5% frente al 5% del año anterior. No obstante, lamenta que nuestro país se encuentre aún alejado de la media europea del 35%, según datos de la Agencia para el Asilo de la UE, pese a que por segundo año consecutivo el número de solicitantes descendió hasta 65.404 personas, debido en gran parte a las restricciones de entrada impuestas por la pandemia, especialmente en fronteras aéreas.
La organización hace balance de los datos de asilo del pasado año con la publicación «Más que cifras«, en la cual también refleja que hubo mayor variedad en las nacionalidades de las personas que buscaron protección en España, aunque la mitad de los diez principales países de origen eran latinoamericanos. Venezuela y Colombia se siguieron situando a la cabeza con 15.995 y 11.567 solicitudes, respectivamente, pero también sobresalen las presentadas por personas procedentes de Marruecos (6.536), Malí (4.647), Senegal (3.198) o Afganistán (1.622), que aumentó considerablemente el número de peticiones, a raíz de la llegada al poder de los talibanes en agosto.
Del total de 69.891 resoluciones que hubo en 2021, solo 7.371 fueron favorables, destacando positivamente el caso de las personas procedentes de Malí, con más de un 82% de peticiones aceptadas, consolidándose el cambio de criterio del año anterior. En el lado negativo destacan Colombia, Honduras o El Salvador, con más del 90% de resoluciones desfavorables, a pesar de los altos índices de violencia que sufren muchas personas en estos países. Cabe destacar que un año más se concedió protección por razones humanitarias a 12.983 personas, casi el 99% a personas de Venezuela, aunque también se extendió a personas de Ucrania, Colombia o Perú, entre otras.
La publicación de CEAR, además, deja bien patente que cada vez menos personas de Siria, Yemen o Palestina solicitan asilo en España, debido a la política de visados de tránsito que sigue imponiendo nuestro país a las personas procedentes de estos países, a pesar de que sufren situaciones de conflicto prolongado.
Asimismo, la organización alerta de que en 2021 volvió a aumentar ligeramente el número de solicitudes pendientes de resolución, después de que el año anterior se hubieran reducido hasta un 20%. Más de 104.000 personas estaban a la espera de una decisión de las autoridades españolas, pese al descenso de solicitudes de protección internacional. «Nuestro país sigue teniendo como gran asignatura pendiente agilizar estas resoluciones para cumplir con los plazos legales, garantizando un estudio individualizado de los casos y evitando en todo momento que se apliquen criterios estándar según nacionalidades», lamenta Paloma Favieres, directora de Políticas y Campañas de CEAR.
Por último, CEAR vuelve a llamar la atención sobre los enormes obstáculos que encuentran las personas para solicitar asilo de forma legal y segura. El año pasado, cerca de 42.000 personas tuvieron que arriesgar sus vidas en el mar para llegar a nuestro país. Al menos 1.560 personas perdieron la vida en el intento, un 71% de ellas en la peligrosísima ruta atlántica que registró un récord de muertes en 2021.
Las solicitudes de Ucrania antes de la actual invasión
Pese a que el conflicto no estaba en los niveles de hoy, desde CEAR recuerdan que miles de personas ucranianas han tenido que huir del país desde 2014, especialmente procedentes de la región de Dombás. Desde entonces, más de 16.000 personas ucranianas han solicitado asilo en España. El año pasado, 1.037 personas ucranianas solicitaron asilo en nuestro país y la tasa de reconocimiento, sin tener en cuenta las razones humanitarias, se sitúo en un 24%.
Desde febrero de 2022, más de 70.000 personas ya han obtenido la protección temporal o han iniciado los trámites, según José Luis Escrivá, ministro de Inclusión. Un reconocimiento especial que se ha activado por primera vez en la historia tras la decisión adoptada por unanimidad en el Consejo de la UE. «Está claro que cuando hay voluntad política las cosas se pueden hacer de otra manera. Esperamos que esta medida se aplique en caso necesario en otras emergencias humanitarias provocadas por conflictos u otros motivos que provocan grandes desplazamientos forzosos», apunta Paloma Favieres.
El ejemplo a seguir de Malí
«No hay solución, si podemos salir de aquí hay que salir». Estas las palabras del padre de Alassane, amenazado por los terroristas por ser imán de una mezquita en Bamako, fueron definitivas para que emprendiera su huida de Malí. Tuvo que cruzar el desierto para llegar a Marruecos y de ahí tener que jugarse la vida en una zodiac para llegar a costas española. Una historia parecida a la que tienen muchas personas que tienen que escapar desde hace una década, cuando comenzó un conflicto cruento que azota gran parte del país.
No obstante, esta historia, como la de muchos compatriotas en los dos últimos años, sí está teniendo el reconocimiento de las autoridades españolas, que hasta 2020 rechazaban de media 9 de cada 10 solicitudes de asilo en la última década. Sin embargo, el año pasado 1.112 personas de este país obtuvieron protección subsidiaria, 8 de cada 10, un cambio de criterio que desde CEAR aplauden y creen que podría ser extensible a otras personas que tienen que huir de sus países para salvar su vida.
Este joven recuerda que estuvo dos años esperando una decisión de la que dependía su vida, aunque «no tenía esperanza» en que le concedieran la protección, porque a la mayoría de personas de Malí que habían llegado antes que él se lo habían denegado. «Tenía mucho miedo de tener que volver a mi país si obtenía una respuesta negativa; tenía miedo. Si me hubieran obligado a volver no sé lo que hubiera hecho, porque allí ya han matado a mi padre. Ahora puedo dar gracias a dios por mi vida en Madrid», declara Alassane.
Algunos datos importantes
- El 64% de los solicitantes de asilo eran hombres y el 36% mujeres. Los menores de edad representaron cerca del 15% del total de los solicitantes de asilo.
- Los principales incrementos de solicitudes de asilo se dieron en Canarias y Ceuta, coincidiendo con las especiales coyunturas de llegadas ocurridas en ambos lugares; y en menor medida en Melilla. En cambio, en otras regiones del territorio nacional predominan los descensos.
- Solo el 4% de las solicitudes se presentaron en puestos fronterizos, Centros de Internamiento Extranjero (CIE) o a través de extensiones familiares en Embajadas.
- Por territorios, el número de solicitudes de asilo fue: Madrid 18.295, Catalunya 8.519, Andalucía 6.902, Canarias 5.945, Comunidad Valenciana 4.259, Melilla 3.277, Ceuta 3.152, Región de Murcia 2.508, Galicia 2.208, Euskadi 1.724, Castilla y León 1.711, Castilla-La Mancha 1.698, Aragón 1.299, Cantabria 705, Asturias 653, Navarra 594, Illes Balears 464, Extremadura 269, La Rioja 248.
- El sistema de acogida español contaba con 9.915 plazas a finales de 2021, las cuales se están viendo incrementadas considerablemente en los últimos meses para dar respuesta a la emergencia de Ucrania.
- En el conjunto de la Unión Europea se registraron 630.630 solicitudes de protección internacional, frente a las 470.271 del año anterior. Los tres principales países donde solicitaron asilo fueron: Alemania, con 190.545; Francia, con 120.685; y España, con 65.404.