El intercambio comercial incluirá un camión diario en cada dirección, sin limitarse únicamente a productos fabricados en ambas ciudades, según publica el diario El País.
En los próximos días, España y Marruecos darán un paso significativo en sus relaciones comerciales con la apertura oficial de las aduanas en las fronteras de Ceuta y Melilla. Esta medida, según detalla El País, marca un hito en las negociaciones bilaterales tras años de tensiones y restricciones en el comercio transfronterizo.
De acuerdo con el diario, el intercambio comercial inicial estará limitado a un camión diario en cada sentido, pero no se restringirá únicamente a productos fabricados en Ceuta y Melilla, lo que amplía las posibilidades para los comerciantes de ambas partes. Este sistema busca instaurar un comercio aduanero regulado y estructurado, tras décadas de actividades informales en las fronteras de ambas ciudades autónomas.
Compromiso bilateral reforzado
La apertura de estas aduanas responde a los acuerdos alcanzados entre España y Marruecos en la Reunión de Alto Nivel celebrada en Rabat en febrero de 2023. Según la información publicada por El País, el objetivo de esta medida es no solo impulsar los lazos económicos, sino también combatir el contrabando, que históricamente ha perjudicado a las economías locales y a la recaudación fiscal de ambos países.
Retos y expectativas
A pesar del optimismo, el diario apunta que las limitaciones iniciales del intercambio han generado preocupación entre los sectores comerciales de Ceuta y Melilla. Algunos comerciantes temen que la medida resulte insuficiente para reactivar plenamente la economía local, mientras que otros desconfían de posibles restricciones futuras por parte de Marruecos.
No obstante, expertos citados por El País consideran que este acuerdo es un primer paso hacia una relación comercial más estructurada y beneficiosa, siempre que ambas partes mantengan el compromiso de cooperación y transparencia.
La apertura de estas aduanas, según concluye el medio, representa el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos, con el potencial de transformar el comercio transfronterizo y beneficiar tanto a Ceuta y Melilla como a las regiones vecinas en Marruecos.