Ćest ma vie.
Como que me importa bien poco que se produzcan dimisiones o ceses.
De 1 o de 2. De ninguno.
Al principio de la pandemia los mayores fuimos prácticamente desahuciados, como se recordará.
La sociedad reaccionó y nos dio nuestro lugar por derecho propio.
Es más, de aquella, penosa o lamentable situación, hemos pasado a ser preferentes.
De ahí que exija una investigación judicial al objeto de depurar responsabilidades. Las políticas terminan en el desierto.
Se han establecido unas reglas para administrar el milagro de vida.
Si alguien se las ha saltado, ha atentado, abiertamente, contra los segundos de cuantas personas estamos en situación clara de vulnerabilidad.
Canta Adamo, «es mi vida».
Que ningún político, del partido que sea, se permita, con sus equipos, cambiar el orden de la colade nuestro resto de existencia, de poder seguir.
Como sea mi vida, no es relevante. La amo, y punto.
Entonces, confianza en los políticos, ninguna.
Plataforma de los mayores de Ceuta, para denunciar.
Ni dimisiones, ni ceses.
Que la justicia controle en Ceuta.
Estaremos en África, pero no, necesariamente, nos debemos regir por la ley de la jungla.
Eso de tener escrúpulos con aquellos que salvan su trasero, me es indiferente si es con buena o mala fe, en detrimento de terceros, de los demás, de otros, como que no.
El tema no es menor. Es mayor. De mayores, sobre todo, para andar con paños calientes.