Parece que el momento más esperado tras dos años de cierre fronterizo está cada vez más cerca: abrir la frontera terrestre entre Marruecos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero, ¿está España preparada para una apertura repentina? Hablamos con fuentes del Ministerio del Interior, Delegación del Gobierno, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como con la CECE y representantes políticos ceutíes
La visita de Pedro Sánchez a Rabat ha supuesto un antes y un después en las relaciones diplomáticas entre los dos países, que tuvo su punto de inflexión en la crisis de mayo del pasado año, cuando más de 12.000 personas atravesaron el perímetro fronterizo, de manera irregular y poniendo en grave riesgo su integridad, con la total complicidad de las autoridades marroquíes.
Sin embargo, parece que un nuevo horizonte se ha abierto para las ciudades de Ceuta y Melilla, aunque haya sido a costa de renunciar a la legítima autonomía del Sáhara. Este lunes se reiniciaban las conexiones marítimas y se anunciaba en medios marroquíes la apertura de la frontera terrestre este jueves, aunque no hay ninguna confirmación oficial sobre este extremo en España.
Fuentes del Ministerio de Interior afirman a El Foro de Ceuta que «la apertura se hará de forma gradual, teniendo en cuenta los condicionantes sanitarios y la fecha se decidirá en el marco de la relación bilateral«, algo que ya habían confirmado a este medio fuentes de la Delegación del Gobierno esta misma mañana ante los rumores -e informaciones publicadas en medios marroquíes- sobre una posible apertura de este jueves. Sobre este extremo, desde Interior aseguran que «sea como fuere, estará preparado todo para cuando se decida de forma bilateral la apertura gradual de los pasos».
Es aquí donde todavía no se puede afirmar que esta apretura, de producirse en tan solo dos días, se haga con las garantías que desde el Gobierno central se pretendían con la puesta en marcha de la frontera Inteligente, en la que se llevará a cabo la identificación facial de los nacionales de Terceros Países para la implantación del Entry Exit System, como ya se hace en numerosos aeropuertos internacionales, ya que las obras -dentro del plan de reforma y modernización de las mismas con un presupuesto total de 8.366.337,42€– todavía no han concluido, y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aseguran que «tenemos lo mismo que antes, de abrir ahora se haría como estábamos antes: con nada de innovación y en mitad de las obras».
La situación sanitaria es por tanto uno de los condicionantes que marcarán una apertura repentina de la frontera o no. Julián Domínguez, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, explica que España- y Ceuta- estarían preparadas «si el control fronterizo es efectivo», esto quiere decir: «una identificación individualizada de cada persona, tanto a efectos de seguridad fronterizos (visados, etc…) como a efectos sanitarios (certificados vacunales, PCR u otras pruebas de infección aguda,…); asegurando que sea imposible que se causen aglomeraciones y con la remodelación de obra pública y logística imprescindible para la inexistente anteriormente y nueva aduana comercial«.
En esta línea, insisten las fuentes de la Delegación del Gobierno, que aseguran a este medio que «no se va a abrir ni de golpe. Además hay cuestiones sanitarias y de seguridad pendientes de resolver. Ahora hay un horizonte temporal que impulsa a gestionar la apertura con mayor celeridad. Para que recupere su actividad total necesitará tiempo». Además, también recuerdan que tras el anuncio de los acuerdos alcanzados entre Marruecos y España está la creación de una Aduana Comercial, y para ello «La Agencia tributaria tendrá que organizar todo lo necesario. No es sencillo y requiere recursos».
También en esta línea, Carlos Rontomé, Vicepresidente Segundo del Gobierno de Ceuta y portavoz del Grupo Popular en la Asamblea, señala que “la frontera debe abrirse de forma paulatina y debe asegurar el control efectivo de las personas y las mercancías. No sé si el Gobierno nacional está preparado ya para abrir la frontera, pero ese sería nuestro deseo”.
Sobre este asunto, la presidenta de la Confederación de Empresarios, Arantxa Campos, valora ”muy positivamente la apertura de la frontera, pues toda apertura y posibilidad de intercambio es positivo para los dos lados desde todos los puntos de vista social, cultural y económico”.
Y los políticos ¿qué dicen?
También preguntamos a los grupos políticos sobre si España -y Ceuta- están preparadas para recuperar la normalidad en el paso fronterizo del Tarajal y estas han sido sus repuestas:
Yolanda Bel, la secretaria General del Partido Popular de Ceuta declara que desde su partido defienden la reapertura de la frontera, «entre otros factores, por lo que implica de normalización de la situación«. Aunque, al igual que Delegación e Interior, puntualiza que «es importante matizar que dicha apertura debe producirse de forma gradual y garantizando la eficacia en el control del tránsito de personas y mercancías».
Por su parte, el secretario general del PSOE de Ceuta, Juan Gutiérrez, apunta que le gustaría que abriera la frontera, porque es “bueno para Ceuta y su economía, sobre todo para los empresarios, el comercio y los taxistas”, pero que tiene que abrirse “con todas las garantías de seguridad y sanitarias”.
La líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, Fatima Hamed, critica que «si no lo estamos, deberíamos estarlo, creo que los dos años de cierre por pandemia y los trabajos comenzados previamente han sido tiempo suficiente para ello. Es importante que la frontera cuente al fin con los recursos necesarios, tanto humanos como materiales, para prestar los mismos servicios que cualquier otra frontera europea. Desde el MDyC siempre hemos reivindicado la importancia y necesidad de tener una frontera acorde al resto de Europa, en todos los ámbitos, ya que somos la frontera Sur no sólo de nuestro país si no también de toda Europa».
Mohamed Mustafa, portavoz de Ceuta Ya! -antiguo Caballas- en la Asamblea va en la misma línea que los localistas del MDyC: «debería estarlo, pero hay cuestiones que entiendo que desde el Ministerio no se hacen públicas por cuestiones de seguridad. Lo que realmente esperamos es que el nuevo modelo de frontera, además de posibilitar una fluidez en eso que se ha denominado «zona de prosperidad compartida» responda además a los nuevas expectativas puestas en ella en lo que se refiere al paso de mercancías. Además, creemos que ese modelo fronterizo debe ser absolutamente respetuoso con los derechos humanos, esta es una premisa que se nos presenta imprescindible para hablar de una frontera moderna. Y finalmente, es evidente que las nuevas condiciones sanitarias globales exigen a su vez más recursos y medios actualizados para garantizar un paso fluido y seguro para ambas partes».
El grupo de la ultraderecha de Vox, que no da declaraciones a este medio de comunicación, anunciaba en rueda de prensa el pasado jueves, 7 de abril, que desde su grupo apuestan «abiertamente por una frontera cerrada que nada aporta, así como por una mayor conexión con la península, para lo que defendemos que es más España y más Europa”.