El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha expresado que Israel no está haciendo lo suficiente para mejorar la situación humanitaria en la Franja de Gaza. Esta declaración se produjo durante una conversación telefónica con el ministro de Defensa israelí saliente, Yoav Gallant.
Según Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono, Austin enfatizó la importancia de adoptar medidas inmediatas para abordar la grave situación humanitaria en Gaza. En octubre, solo 990 camiones de ayuda humanitaria ingresaron al enclave, el número más bajo registrado en 2024, según datos de Naciones Unidas.
Gallant, aunque se ha mostrado favorable a permitir la entrada de ayuda, enfrenta críticas por no abrir más cruces. Singh destacó que, aunque hay más movimiento en el cruce de Erez, esto sigue siendo insuficiente.
El mismo día de la conversación, más de 2,200 palés de ayuda humanitaria fueron descargados en el puerto israelí de Asdod. Estos palés, que incluyen alimentos, agua y material sanitario, serán transportados en más de 300 camiones hacia los cruces de Erez Oeste y Kerem Shalom, en el norte y sur de Gaza.
Organizaciones como la UNRWA y Médicos Sin Fronteras han alertado sobre la insuficiencia de material que ingresa al enclave, donde la mayoría de la población vive en condiciones precarias sin acceso a servicios básicos.
El pasado 13 de octubre, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, junto con Austin, dieron un plazo de 30 días a Israel para aumentar la asistencia humanitaria en Gaza. Esta exigencia fue comunicada a Gallant y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, sugiriendo que la asistencia militar podría estar en juego.
Desde entonces, Israel ha informado sobre la entrada de cientos de camiones semanalmente, pero las cifras no reflejan la cantidad de ayuda distribuida por organismos internacionales, que enfrentan desafíos como bombardeos y saqueos.
En un giro político, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el cese de Gallant, tras meses de rumores sobre su intención de remover a uno de sus ministros más poderosos y críticos en la gestión de la guerra en Gaza.