En un encuentro reciente en Madrid, exdiputados, exconcejales y algunos cargos municipales activos de Vox han alzado la voz para reclamar una refundación del partido. Bajo el lema ‘Fuerza y Honor’, estos críticos aseguran que la dirección nacional les ha arrebatado la formación, desviándose de los objetivos fundacionales del partido.
Los asistentes denunciaron la falta de democracia interna, señalando que la dirección nacional ha tomado medidas para blindarse, anulando el derecho a opinar o discrepar. Además, expresaron su preocupación por el miedo a represalias e injurias en caso de expresar opiniones contrarias, y criticaron la nula transparencia en el manejo de los fondos del partido.
Entre los impulsores de este movimiento se encuentran figuras como los exprocuradores de las Cortes de Castilla y León, Ana Rosa Hernando y Javier Teira, así como Sonia Lalanda, exportavoz del Ayuntamiento de Palencia. También participan concejales en activo como Alejandro Pérez del Ayuntamiento de Salamanca y María Ángeles Guardiola del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.
Últimas Dimisiones en el Partido
Los críticos remarcan que ha habido incesantes abandonos de cargos en el partido, reflejando el malestar existente. La dimisión más reciente fue la de Juan García-Gallardo, exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, quien dejó todos sus cargos debido a discrepancias con la dirección nacional.
Las críticas hacia Vox se intensificaron con la publicación del manifiesto ‘Patriotas de quien pague’, coincidiendo con la cumbre de Patriotas en Madrid. En este documento, se subrayaron los posibles vínculos de Vox con intereses extranjeros, sugiriendo una subordinación a agendas externas, especialmente a través de la financiación.
Este cuestionamiento pone en duda la narrativa patriótica de Vox, levantando sospechas sobre la supeditación de sus postulados ideológicos e intereses nacionales a los de otros países o intereses económicos. Los críticos advierten que esta estrategia podría implicar una pérdida de autonomía política.
García-Gallardo, uno de los últimos en abandonar el partido, destacó que la dirección centralizada de Vox busca evitar la formación de baronías autonómicas, lo que ha generado tensiones internas significativas.