Se grabó un vídeo en uniforme denunciando que estaban dando vueltas por Valencia y les asignaban zonas donde “no hay absolutamente nada que hacer”. Podría ser expulsado
El Ejército del Tierra ha incoado expediente disciplinario a un militar que desde Valencia grabó un vídeo, en el que se le ve la cara, para criticar que los mandos les tenían “dando vueltas por Valencia y sin hacer absolutamente nada” en la crisis de la Dana.
El vídeo grabado con el móvil por ese militar circuló más allá de la persona a la que se lo mandó. Acabó viralizándose, y algunas cuentas lo subieron a TikTok. El diario The Objective lo publicó el miércoles 6 de noviembre.
Según explico el abogado Francisco Esteban Hernández Sánchez, que ha asumido la defensa del militar, hace unos días le notificaron la apertura de un expediente disciplinario por falta muy grave.
En este caso, el parte disciplinario lo elevó el general jefe del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, con base en Alicante, cuyos miembros estuvieron ayudando primero a los afectados por la gota fría en Letur (Albacete) y también han sido desplegados en municipios de la provincia de Valencia golpeados por estas inundaciones.
Del general jefe del MOE, el parte llegó al Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Amador Enseñat. El JEME ordenó la incoación de un expediente disciplinario, y se nombró un instructor de la Asesoría Jurídica del Ejército de Tierra.
El expediente se instruye por la presunta comisión de una falta muy grave, según la Ley Orgánica 8/2014, de 4 de diciembre, de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas.
Concretamente, apunta que el militar podría haber incurrido en la falta muy grave contemplada en el artículo 8.1 de esa ley:
— “El incumplimiento del deber de fidelidad a la Constitución y la realización de actos irrespetuosos o la emisión pública de expresiones o manifestaciones contrarias al ordenamiento constitucional, a la Corona y a las demás instituciones y órganos constitucionalmente reconocidos, cuando sea grave o reiterado”.
“No hay absolutamente nada que hacer”
“24 horas por Valencia sin hacer absolutamente nada, ¿qué opinas?”. Así comienza el vídeo, grabado por el militar sentado en la caja de un camión del Ejército. Enfoca entonces a dos compañeros, y uno de ellos responde: “Una puta vergüenza”.
Durante minuto y medio, el militar ahora expedientado critica las órdenes que su unidad ha recibido:
— “24 horas sin ayudar, nos asignan zonas donde no hay absolutamente nada que hacer, y mientras tanto hay gente que necesita ayuda”.
— “Con medios y 4×4 que podríamos sacar vehículos de las carreteras, podríamos este mismo camión llenarlo de escombros y vaciarlo en lugares donde no molesten, podríamos dar paladas de barro y ayudar a la gente que está en sus casas, o simplemente dar apoyo psicológico a aquellos que lo necesiten”.
“Nos usan como herramienta política”
Tras ese lamento por no estar -a su juicio- cumpliendo tareas de utilidad, critica que a los militares “nos usan como herramienta política para los intereses espurios de unos cuantos burócratas que no saben hacer absolutamente nada”.
El vídeo se corta y a continuación el militar aparece ya fuera del camión, en la calle de una zona afectada por la gota fría. Si bien el inicio de la frase parece entrecortado (y por lo tanto puede faltar contexto a lo que dice), se le escucha lo siguiente:
— “Abandono el servicio para el que me habían llamado, con el Ejército, y me vengo por mis propios medios, pidiendo favores a gente de la zona, que me vengan a recoger, y ayudar de verdad, en vez de ser utilizado como herramienta política. Así que vamos a echar un cable en lo que podamos, como si es a palear, como si es a mover coches, o lo que sea necesario”.
Relevado y expedientado
Cuando el vídeo se hizo viral, este militar recibió la llamada de los responsables de su unidad, que le relevaron del servicio y le ordenaron volver a la base del Mando de Operaciones Especiales, en Alicante.
Desde entonces, se encuentra de baja laboral, según su abogado por la situación de tensión que le generó la llamada y esa orden.
Días después le notificaron la apertura del expediente disciplinario, en un plazo tan corto de tiempo que a su letrado le parece “indignante” que se priorice esta actuación en el contexto actual.
Este viernes 15 de noviembre ya tuvo que comparecer ante el instructor del expediente, por videoconferencia. Se acogió a su derecho a no declarar.
Posibles sanciones: hasta la expulsión
La misma Ley Orgánica 8/2014, de 4 de diciembre, de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas, establece en el artículo 11.3 que por una falta muy grave se pueden imponer cuatro sanciones: arresto de treinta y uno a sesenta días, suspensión de empleo, separación del servicio o resolución de compromiso.
Las dos últimas sanciones significan la expulsión del Ejército de Tierra: separación del servicio para militares de carrera (oficiales y suboficiales), resolución del compromiso para militares de Tropa y Marinería temporales.
La ley también permite que, en un expediente por falta muy grave, la autoridad sancionadora que ordenó la instrucción del expediente (el JEME, en este caso) acuerde como medida cautelar que el militar pase a la situación de suspensión de funciones, por un máximo de seis meses.
Además, la misma norma determina que la orden de incoación de un expediente por falta grave o muy grave se debe comunicar al Fiscal Jurídico Militar.
Este estudia el caso por si entendiera que los hechos objeto de investigación exceden el ámbito disciplinario, y encajan más bien en algún delito de los contemplados en el Código Penal Militar, en cuyo caso impulsaría que la investigación se realice por un Juzgado Togado Militar Territorial.
El abogado de este asunto asegura que, por el momento, al expedientado ni le han notificado una medida cautelar de suspensión de funciones, ni les consta que el caso haya sido derivado a la justicia militar.
Por ahora deben preparar su estrategia de defensa en el expediente disciplinario, ya que han sido emplazados para presentar pruebas en diez días.