El creador de contenido brasileño Ricardo Godói, conocido en redes sociales por sus más de 200.000 seguidores en Instagram, falleció el pasado lunes mientras se sometía a un procedimiento para realizarse un tatuaje en la espalda en el Hospital Día Revitalité. El empresario y figura pública, de gran influencia en el ámbito digital, sufrió una parada cardiorrespiratoria durante la aplicación de la anestesia general, lo que finalmente resultó en su deceso.
“Con profundo pesar comunicamos el fallecimiento de Ricardo Godói. Nos solidarizamos con los familiares y sus amigos y les deseamos mucha fuerza para atravesar estos momentos y superar esta pérdida irremplazable”, publicaron en su cuenta oficial, donde miles de seguidores expresaron sus condolencias y homenajes.
Un procedimiento que no llegó a empezar
Según informan medios locales, el incidente ocurrió al inicio del procedimiento, antes de que el tatuador pudiera empezar a trabajar en el diseño. Fuentes conocedoras de los hechos explicaron que “al inicio de la sedación e intubación tuvo una parada que fue tratada inmediatamente. Llamaron a un cardiólogo para reanimarlo, pero lamentablemente no tuvo éxito”.
El hospital en el que se llevó a cabo el procedimiento emitió un comunicado desvinculándose de la responsabilidad directa en el fallecimiento. “Nuestras actividades se limitaron a la provisión de un quirófano y otros equipos necesarios aprobados por el Consejo Regional de Medicina. El tratamiento corrió a cargo de un médico privado contratado por el estudio de tatuajes y por el fallecido”.
La polémica técnica de los tatuajes ‘sin dolor’
El procedimiento al que se sometía Godói forma parte de una tendencia creciente entre deportistas de élite y estrellas de la música urbana, quienes recurren a la anestesia general para evitar el dolor de las agujas durante sesiones prolongadas de tatuajes. Esta técnica, que implica riesgos considerables, es cada vez más popular, aunque no está exenta de controversia en el ámbito médico.
Un español, conocido como Ganga, es uno de los mayores especialistas mundiales en esta práctica, que puede llegar a costar más de 10.000 euros por sesión. El procedimiento suele involucrar no solo a un tatuador, sino a varios artistas trabajando simultáneamente en diseños elaborados, como en el caso del exfutbolista Mariano Díaz, quien tatuó su espalda con motivos felinos mediante esta técnica.
Un adiós inesperado
El fallecimiento de Ricardo Godói ha sacudido tanto a sus seguidores como a quienes forman parte de la creciente industria de los tatuajes de alta gama. El caso también ha reabierto el debate sobre los riesgos asociados a esta práctica, especialmente en contextos en los que la anestesia general se utiliza con fines estéticos.
Mientras familiares y amigos despiden al influencer, muchos plantean preguntas sobre la regulación y la seguridad de estos procedimientos, que siguen ganando popularidad a pesar de las posibles complicaciones.