Federico Mayor Zaragoza, una de las figuras más destacadas de la educación y la diplomacia internacional, ha fallecido este miércoles a los 89 años de edad. Ex ministro de Educación y Ciencia en España y ex director general de la UNESCO, Mayor Zaragoza dedicó su vida a la promoción del conocimiento, la paz y los derechos humanos.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de reacciones en el ámbito político, educativo y cultural, destacándose su legado como un ferviente defensor de la educación como motor de progreso social y de los valores de la cooperación internacional.
Un legado en la educación y la diplomacia
Federico Mayor Zaragoza nació en Barcelona en 1934 y se formó como bioquímico, disciplina en la que se destacó antes de volcarse hacia la política y el ámbito internacional. Fue ministro de Educación y Ciencia entre 1981 y 1982, etapa en la que impulsó importantes reformas orientadas a modernizar el sistema educativo en España.
En 1987 asumió la dirección general de la UNESCO, cargo que ocupó hasta 1999. Durante su mandato, promovió iniciativas para garantizar el acceso universal a la educación, preservar el patrimonio cultural mundial y fomentar una cultura de paz. Su liderazgo fue clave en la aprobación del «Programa Cultura de Paz», que marcó un antes y un después en la misión de la organización.
Un defensor de los derechos humanos
Mayor Zaragoza fue un firme defensor de la justicia social y la educación como derechos fundamentales. En sus discursos, insistió en que «la paz no es solo la ausencia de guerra, sino un proceso continuo que se construye desde la educación, la cultura y el respeto mutuo».
En sus últimos años, continuó su labor como presidente de la Fundación Cultura de Paz, desde donde lideró numerosas iniciativas a favor de los derechos humanos, el desarme y el desarrollo sostenible. Además, fue autor de múltiples obras en las que abordó los desafíos globales desde una perspectiva humanista y comprometida.
Reacciones y homenajes
La comunidad internacional no tardó en expresar su pesar por la pérdida de una figura tan influyente. El director general de la UNESCO, Audrey Azoulay, destacó en un comunicado que «el mundo ha perdido a un incansable luchador por la paz y la educación». En España, tanto autoridades políticas como académicas han resaltado su legado y convocado a rendirle homenaje.
El presidente del Gobierno señaló: «Federico Mayor Zaragoza será recordado como un hombre de visión, un científico, educador y diplomático que dedicó su vida a hacer del mundo un lugar mejor».
Un faro de inspiración
El fallecimiento de Federico Mayor Zaragoza deja un vacío profundo en el ámbito educativo y humanitario, pero su legado perdura en las instituciones, proyectos y valores que promovió a lo largo de su vida. Su trayectoria sirve como inspiración para futuras generaciones que buscan construir un mundo más justo y equitativo.
Los detalles sobre su funeral y homenajes póstumos se anunciarán en los próximos días.