Jimmy Carter, el 39º presidente de Estados Unidos, ha fallecido este domingo a los 100 años en su hogar en Plains, Georgia, donde llevaba un año recibiendo cuidados paliativos. Hasta su muerte, Carter ostentaba el título de expresidente más longevo en la historia del país.
Con su partida, quedan vivos los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump.
La presidencia de Carter, que se extendió de 1977 a 1981, estuvo marcada por importantes hitos en política internacional, pero también por profundas crisis que le costaron la reelección. Su administración, caracterizada por un enfoque pacifista, intentó mediar en conflictos globales mientras lidiaba con las tensiones de la Guerra Fría.
Logros y sombras en política exterior
Uno de los mayores triunfos de Carter fue el acuerdo de Camp David de 1978, que normalizó las relaciones entre Egipto e Israel tras años de hostilidades, incluyendo la Guerra de los Seis Días en 1967. Además, su gobierno estableció relaciones diplomáticas plenas con China y sentó las bases para la distensión nuclear con la Unión Soviética, aunque este proceso se vio truncado por la invasión soviética de Afganistán en 1979.
Paradójicamente, su administración también armó a los muyahidines afganos en su lucha contra los soviéticos, lo que años después dio origen a Al Qaeda y al terrorismo yihadista internacional.
Sin embargo, su incapacidad para resolver la crisis de los rehenes en Irán marcó el declive de su mandato. En noviembre de 1979, 52 estadounidenses fueron tomados como rehenes en la embajada de EE.UU. en Teherán por estudiantes islamistas partidarios del ayatolá Jomeini. La crisis se prolongó 444 días y frustró su intento de reelección en 1980. Finalmente, los rehenes fueron liberados el mismo día en que Ronald Reagan asumió la presidencia.
Una presidencia con visión interna y medioambiental
En el plano interno, Carter destacó por su enfoque en la política energética y su preocupación por el medioambiente. Ante el aumento del precio del petróleo y la crisis energética, impulsó medidas para diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia del crudo. Fue también el primer presidente en advertir sobre los desafíos medioambientales que enfrentaría Estados Unidos.
Su administración dio prioridad a la educación, amplió la cobertura del sistema de seguridad social y reservó puestos clave en su gobierno para mujeres, afroamericanos y latinos, marcando un avance en la inclusión social en la política estadounidense.
Premio Nobel de la Paz y legado postpresidencial
Tras dejar la Casa Blanca, Carter dedicó su vida a la promoción de la paz y la resolución de conflictos internacionales a través de su fundación, The Carter Center. Su labor humanitaria le valió el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Casado con Rosalynn Smith y padre de tres hijos, Carter pasó sus últimos años en su localidad natal de Plains, donde vivió una vida discreta. Su legado, tanto en política como en derechos humanos, deja una huella indeleble en la historia de Estados Unidos y el mundo.