Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de encubrir las acusaciones de comportamientos inapropiados contra Íñigo Errejón, ex portavoz parlamentario de Sumar. Feijóo sostiene que este encubrimiento fue conveniente para el gobierno, ya que el apoyo de Errejón era esencial para su formación.
En declaraciones a esRadio, Feijóo afirmó: «No puedo permanecer en silencio ante un hecho que revela la moralidad del Gobierno. Sin Errejón, sin su voto, no hubiera sido presidente del Gobierno. Les convenía tapar lo de Errejón a la señora Yolanda Díaz y al señor Pedro Sánchez».
Estas declaraciones surgen tras la denuncia de una agresión sexual presentada por Mouliaá contra Errejón, quien supuestamente cerró con pestillo y comenzó a tocarla y besarla sin su consentimiento. Este incidente, ocurrido en junio de 2023 en Castellón durante la campaña electoral, ha generado un gran revuelo político.
Feijóo ha señalado que si Sumar hubiera actuado antes, solicitando la renuncia de Errejón como portavoz en el Congreso, los resultados electorales podrían haber sido diferentes. «Casos como el de Errejón harían caer a cualquier Gobierno», afirmó, extendiendo la responsabilidad a los socialistas y denunciando la «hipocresía» y el «encubrimiento de actos delictivos».
La situación ha generado un debate sobre la ética en la política y el manejo de las acusaciones de conducta inapropiada. Feijóo insiste en que el gobierno debe rendir cuentas por sus acciones y decisiones, especialmente cuando se trata de proteger a figuras políticas a expensas de la justicia y la transparencia.
El caso Errejón ha puesto de manifiesto las tensiones dentro del gobierno y ha planteado preguntas sobre la integridad de sus líderes. Mientras tanto, la oposición, encabezada por Feijóo, continúa presionando para que se investigue a fondo el asunto y se tomen medidas adecuadas.
Este escándalo podría tener implicaciones significativas para el futuro político de España, ya que pone en tela de juicio la confianza pública en sus líderes y el sistema político en general. La atención ahora se centra en cómo responderán Sánchez y Díaz a estas acusaciones y qué impacto tendrá en sus carreras políticas.