El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha respondido con firmeza a la presión ejercida por Vox, que amenaza con bloquear los presupuestos autonómicos en las regiones donde gobiernan en coalición, si el PP alcanza un pacto migratorio con el Gobierno central. Durante un acto en conmemoración de la Constitución, organizado por la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, Feijóo envió un mensaje claro al partido liderado por Santiago Abascal, sin mencionarlo directamente: «Seguiremos defendiendo nuestros principios y convicciones sin someternos a chantajes de ningún tipo, ni de un lado ni de otro».
La amenaza de Vox
Vox ha vuelto a condicionar su apoyo presupuestario en las comunidades donde el PP no cuenta con mayoría absoluta, como Castilla y León, Valencia, Aragón, Extremadura y Murcia. La formación exige que los gobiernos autonómicos populares no acepten menores inmigrantes no acompañados, tal como ocurrió el pasado mes de julio, cuando Vox rompió varios acuerdos de coalición en respuesta a desacuerdos similares.
Presupuestos en riesgo
Ante el desafío de Vox, algunos líderes regionales del PP se muestran tranquilos, recordando que en muchas comunidades ya se aprobaron los presupuestos para 2024, lo que permitiría prorrogarlos en 2025 si fuera necesario. Este escenario es particularmente relevante en Castilla y León, donde el presidente Alfonso Fernández Mañueco, con más de un año de legislatura por delante, podría gestionar sin mayores problemas hasta 2026 sin depender de nuevos apoyos presupuestarios de Vox.
Contexto político
La tensión entre PP y Vox se produce en un momento delicado, con el portavoz popular Miguel Tellado a punto de reunirse con el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, para abordar cuestiones relacionadas con la inmigración. Mientras tanto, Feijóo ha reafirmado su postura de no ceder ante presiones externas que comprometan los valores de su partido.
Este choque revela las dificultades que enfrenta el PP para gestionar su relación con Vox, su socio natural en varios gobiernos autonómicos, pero también su mayor fuente de tensiones internas en la recta final de la legislatura.