El partido evita ajustes bruscos y centrará su estrategia en conectar con las demandas ciudadanas con el objetivo de alcanzar el 37% de apoyo electoral
El Partido Popular ha decidido mantener la estabilidad en el equipo que rodea a su líder, Alberto Núñez Feijóo, alejando los rumores sobre posibles purgas internas o una «escabechina» tras los últimos movimientos en el panorama político nacional. Lejos de apostar por una renovación traumática, la dirección popular se inclina por ampliar el núcleo dirigente con nuevos perfiles que refuercen el proyecto sin alterar su actual estructura.
Fuentes del partido señalan que el objetivo estratégico de cara a los próximos meses será evitar debates programáticos internos que generen ruido o divisiones. En su lugar, se priorizará una línea política que busque sintonizar con las principales demandas sociales, especialmente en materias como el coste de la vida, el empleo y la vivienda.
Este enfoque persigue ampliar la base electoral del PP y consolidarlo como la alternativa real al Gobierno de Pedro Sánchez. En Génova trabajan con la meta clara de elevar el respaldo popular hasta el 37%, cifra que consideran suficiente para abrir la puerta a una victoria con opciones reales de gobierno.
La dirección nacional es consciente de que ese crecimiento solo será posible si el partido logra proyectar una imagen de cohesión, sensatez y cercanía con las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos. Por ello, Feijóo apuesta por una estrategia de “sumar sin dividir”, donde la ampliación del equipo se entienda como un refuerzo, no como una ruptura.
