El rey Felipe VI ha instado a que España se haga valer en su condición de aliado necesario, tanto a nivel bilateral como en el marco de la OTAN. En su discurso durante la clausura de la IX Conferencia de Embajadores, celebrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el monarca enfatizó la importancia de ahondar en la relación con Estados Unidos en el contexto de la nueva administración política.
Felipe VI destacó que España debe afrontar esta nueva etapa con el objetivo de fortalecer los lazos bilaterales, basándose en una agenda positiva que promueva la prosperidad y la seguridad. Subrayó la importancia de aportar la sensibilidad histórica y cultural de España, así como su visión del hemisferio americano, como elementos clave para esta relación estratégica.
El monarca puso como ejemplo la ampliación de la presencia estadounidense en la base naval de Rota, destacando la condición de España como un aliado necesario. Además, describió a España como un país abierto, dinámico y emprendedor, orgulloso de su historia y comprometido con la paz y el diálogo.
En un escenario internacional complejo, marcado por conflictos violentos y desafíos como la pobreza extrema, el cambio climático y la desinformación, Felipe VI abogó por el multilateralismo como la mejor salvaguardia para evitar repetir errores históricos. Destacó la importancia de defender un mundo regido por el derecho y no por la ley del más fuerte.
El rey también hizo hincapié en la responsabilidad compartida de autoridades y ciudadanos en la defensa de la democracia, promoviendo valores como la tolerancia, el pluralismo y la transparencia. Reiteró la necesidad de ofrecer una imagen clara y confiable de España como un país que cree en Europa y en un orden internacional basado en reglas.
Durante su intervención, Felipe VI mencionó el reconocimiento de Palestina como un paso decisivo en la política exterior española, contribuyendo a la estabilidad y la paz en Oriente Medio. También se refirió a la invasión de Ucrania, destacando la solidaridad de España y la importancia de defender el Estado de derecho y condenar las violaciones de derechos humanos.
En cuanto a Iberoamérica, el monarca señaló la oportunidad histórica de fortalecer las relaciones basadas en una historia compartida y una promesa constante de futuro. Asimismo, destacó la importancia de las relaciones con los países del Magreb, especialmente Marruecos, donde España busca continuar trabajando en un espíritu de amistad y cooperación.
Finalmente, Felipe VI agradeció la labor de los embajadores españoles, reconociendo su papel fundamental en la política exterior del país. Los elogió por su espíritu de servicio y su capacidad para sacar lo mejor de los recursos disponibles, destacando su importancia como representantes de España en el mundo.