Felipe VI ha enfatizado en la XXIX Cumbre Iberoamericana que, a pesar de las discrepancias entre los países, “es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”. Durante el plenario en Cuenca, Ecuador, el rey ha destacado la importancia de superar diferencias y mantener los consensos alcanzados a lo largo de las décadas.
Antes del plenario, el rey sostuvo un encuentro bilateral con el presidente ecuatoriano Daniel Noboa. En este contexto, Felipe VI señaló que las discrepancias son “naturales en una relación rica y prolongada”, como la que comparten los países latinoamericanos. Por ello, animó a los 22 países de la Comunidad Iberoamericana a superar las diferencias y seguir nutriendo su acervo común.
A pesar de las dificultades, la cumbre se ha celebrado, aunque con la representación más baja desde su inicio en 1991. Solo asistieron el rey Felipe VI, el presidente de Portugal, el jefe de Gobierno de Andorra y el presidente ecuatoriano. Sin embargo, el rey recordó la importancia de preservar los acuerdos históricos de estas cumbres.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también presente, abogó por “diluir las diferencias” y trabajar por sociedades más justas e inclusivas. Según Albares, la diversidad de Iberoamérica es su fortaleza en el ámbito internacional.
España asumirá la Secretaría ‘pro tempore’ y será sede de la Cumbre Iberoamericana en 2026. El rey agradeció el apoyo unánime de los países iberoamericanos y expresó su compromiso de trabajar por consolidar y reforzar el sistema multilateral.
Felipe VI también destacó la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles, recordando los efectos de la DANA en España y el apoyo recibido de los países iberoamericanos. “Iberoamérica es, ante todo, una comunidad de afectos”, afirmó el monarca.