El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha celebrado la decisión del gobierno marroquí de suspender la Operación Paso del Estrecho de 2020. Una decisión que entiende está basada en la «prudencia». «A mí me parece una medida muy prudente que ha tomado Marruecos y que a nosotros nos beneficia enormemente» ha afirmado
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ha celebrado que este año no se celebre la Operación Paso del Estrecho (OPE), un dispositivo que implica la colaboración de tres países, Francia, España y Marruecos, por los que transitan millones de personas procedentes de varios puntos del continente europeo en apenas tres meses. El director del CCAES considera que con esta decisión el Reino de Marruecos le ha hecho «un favor» al Reino de España. «A mí me parece una medida muy prudente que ha tomado Marruecos y que a nosotros nos beneficia enormemente» ha afirmado.
Simón entiende que el país vecino ha querido evitar con esta decisión los «importantes riesgos» de recibir a «millones» de personas procedentes de Francia, España y de terceros países, algunos incluso fuera de Europa, que podían «concentrarse todos en Algeciras esperando a los ferris», lo que «podría generar un problema importante», ha afirmado.
Este mismo lunes se ha conocido la decisión de Marruecos de suspender la OPE a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, que ha dado la noticia en la Cámara de Representantes del Parlamento marroquí. Bourita ha advertido que una vez se abran las fronteras -no ha dado fecha- se permitirá el retorno de los/as migrantes marroquíes durante el verano, aunque no se produzca la OPE como tal.
Este retorno dependerá, según Bourita, de cuatros aspectos: la reapertura de las fronteras marroquíes tanto terrestres como aéreas, las “condiciones de viaje en los países de tránsito a Marruecos”, la evolución de la situación epidemiológica en Marruecos y en el resto del mundo, atendiendo a los posibles rebrotes que se vayan produciendo y, por último, al “protocolo de salud” que implementará el país vecino una vez reciba a las personas que vayan llegando.