El Renacimiento nació de un trío toscano que hizo el amor durante años sobre las ruinas romanas. Masaccio. Donatello. Brunelleschi. [Gracias Nicolás]. ¡Venecia se hunde! Marinetti suelta carcajadas como un poseso. Sus futuristas predicciones se hacen realidad. ¡La autarquía es una deliciosa utopía! Sin inmigrantes, aguacates o smartphones orientales. ¿Es en serio que piensas en la alegría de muchos musulmanes tras las llamas? Los pueblos subyugados ¿al final? se levantan.
Resulta difícil entender esas identidades delirantes que (a)firman sentir algo definido como felicidad. Vasallos medievales de un séquito de ricos que los hacen vivir en un gallinero -condominio o urbanización- como pollos en granjas de producción intensiva. Sí, la carne hormonada de animales hacinados es una basura. ¡Somos lo que comemos! ¿Ser benigno significa complacer a los que toman decisiones y a los que se aprovechan de un sistema corrupto y agrietado? ¡Pues que os den por el culo! Por mucho que quieran los de “arriba”, no es posible sostener muchas correas en pocas manos.
Mi exégesis de las sagradas escrituras, publicaciones científicas, legislaciones varias y propuestas políticas me permite transgredir la típica vida intelectual de miles de mejillones que se adhieren a las paredes y muros de instituciones públicas y privadas. Genios. Mi grito (ex)presionista al final de cada (zoz)obra confirma lo contrario. Munch. Animal salvaje intentando escapar del zoológico social:
Precisión casi quirúrgica de mi nabo
en aquel coño novicio
que esperaba el éxtasis
de mi yo-mismo follador.
Ojos desorbitados,
lengua cual molino succionador.
Ya no hubo más palabras. Solo gemidos
e imploraciones para continuar
con esta tortura de infierno redentor.
No más penas, no más lágrimas.
Uñas arañando la cu
r(n)a del amor.Se acabó, llegó e(a)l fin. El sufrimiento atrás quedó.
La fiesta de los sentidos se coló en el corazón.
Martín Oller Alonso