Lo acepto. Muchos tenemos un comportamiento turbio. Sin embargo, nunca escupimos en la sopa que nos ofrecen. Cristiano. ¿Represalias? Siempre bajo el neoliberalismo angloamericano las habrá. Sin olvidar los tiranos “líquidos” -referencia a Bauman- que mutan cual crisálida para seguir en el poder. Homo homini lupus. Sobrevive el que desenfunda más rápido.
El mundo vive bajo medidas draconianas desde hace dos años. Tiempo en el que persisten las campañas que buscan la extinción de murciélagos y civetas. ¡Guerra biológica! ¿Políticas europeas orientadas a la defensa ciudadana o a la depredación? La concomitancia de los hechos me hace dudar. Mientras tanto, el botón rojo comienza a tintinear. Futuro posatómico. Putin/Biden. Los líderes mundiales siguen fotografiándose con un filtro narcisista invencible. ¿Europa global, social, financiera? Tierra convertida en campo de concentración. Los políticos beben el néctar de los dioses y los ciudadanos un vino avinagrado imposible de tragar. La fobia a los virus apacigua el paladar.
Continúa la gran evasión fiscal que busca paraísos en la Tierra. ¡Ya nadie quiere esperar a la muerte! ¡Ya nadie quiere ser calvo! Turquía. El mercado gestionado a partir de acciones financieras audaces y pagos por infracción. ¿Pena? Dos años y un día. ¿Después? ¡Vacaciones en plató! Balonmano. Las mentes permanecen alzadas como los talones posados sobre tacones de aguja. ¿Qué ocurre cuando te descalzas? “Pobres” Cristos que vagan de un lugar a otro predicando su evangelio. En una mano el libro, en la otra su polla arrugada como las papas canarias. Desembarco. Redentores capaces de montar en su ola de anormalidad como verdaderos cruzados. ¿Sobre el hombro? Ametralladora. ¿Al costado? Cuelga el rosario.
Aprendí hace casi veinte años que la “sobreconstrucción” cubre el paisaje y la memoria. Esa que muchos pretenden olvidar. Alzheimer voluntario. ¿Prescripción? Enfermedad terminal. Las excavadoras, dragas, bulldozers, cargadores construyen un infierno en una superficie llena de hormigón. En paralelo las etiquetas inventan un país orgánico con base en productos “bio” fabricados por el gran capital: Decapitar la mente dejando su cubierta en el mismo lugar.
¿Es posible vivir de acuerdo con métodos y criterios medievales? La historia no es lineal. Paradoja espacio-tiempo. En este presente consensuado a partir del nacimiento de un semidios, los “hijos-tanque” de segunda generación bombardean sus ideologías extern(rem)as. ¿Millones de familias viven de bonificaciones? ¿Otras cargan toneladas de impuestos a sus espaldas? Degradación de la etnia humana.