Está acusada de un delito de desobediencia grave a la autoridad ya que, según recoge el escrito de acusación, era consciente de que infringía la orden de aislamiento preventivo impuesto por la Consejería de Sanidad
Visto para sentencia ha quedado el juicio contra F.H.B., la joven que el pasado 22 de marzo se dirigió al Hospital Universitario, a sabiendas de que esa misma mañana se había confirmado que estaba infectada por el Covid-19, según recoge el escrito de acusación, se enfrenta al pago de una multa de 1.080 euros. Es la pena que esta mañana ha solicitado el Ministerio Fiscal en el transcurso de la vista oral que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2.
La joven, que se enfrenta a un delito desobediencia grave a la autoridad, era consciente de que infringía la orden por la que la Consejería de Sanidad por la que se le ordenaba su aislamiento preventivo en su domicilio. Durante el juicio, sin embargo, la acusada negó los hechos y señaló que se había trasladado hasta el Hospital Universitario en ambulancia.
Ha asegurado que, desde su llegada a la ciudad procedente de Londres, se confinó en su domicilio y que permaneció en todo momento recluida en su habitación para evitar el contagio a su familia.
Por su parte, Sanidad manifestó que sí se incumplió el confinamiento ya que incluso su hermana se contagió. Declaración denegada por esta última quien aseguró que su contagio se produjo al acompañar a su hermana al Hospital Universitario.