Su diseño «será abierto, con una fachada compuesta por pilares con una inclinación de 15º respecto de la vertical, de manera que formarán una celosía de huecos; y tendrá tres plantas: la baja, con una superficie de 1.106 m2, servirá de aparcamiento; la primera, de superficie y utilidad similar; y la segunda, sobre la que estará el local social, con una superficie útil de 100 m2, una plaza de 97 m2 y más aparcamiento»
El Consejero de Fomento y Turismo, Alejandro Ramírez, y la directora general del área, Tamara Guerrero, han supervisado el estado de ejecución del futuro aparcamiento de Juan Carlos I.
Los responsables del área de Fomento han supervisado «la buena marcha de los trabajos del aparcamiento público de dos plantas, rematado con una plaza en su parte superior, que se está construyendo en la barriada Juan Carlos I«, según el comunicado de la Ciudad.
Así pues, se trata de una actuación «en la que la Ciudad está invirtiendo 1,7 millones de euros para, por una parte paliar los problemas de estacionamiento de los vecinos, incrementando en 111 el número de plazas, –6 de ellas para vehículos de personas con movilidad reducida-, y por otra, dotar a la asociación de un nuevo local social para el desarrollo de sus actividades y de una plaza con zona de juego infantil y un espacio para el esparcimiento de los ciudadanos. La previsión es que las obras estén concluidas a finales del verano».
De esta forma, la Ciudad explica que el aparcamiento se está levantando sobre un terraplén con un elevado desnivel. Su diseño «será abierto, con una fachada compuesta por pilares con una inclinación de 15 grados respecto de la vertical, de manera que formarán una celosía de huecos; y tendrá tres plantas: la baja, con una superficie de 1.106 m2, servirá de aparcamiento; la primera, de superficie y utilidad similar; y la segunda, sobre la que estará el local social, con una superficie útil de 100 m2, una plaza de 97 m2 y más aparcamiento».
Asimismo, «esta construcción quedará articulada en torno a un patio interior, que proporcionará iluminación natural en las dos plantas bajo rasante del edificio; y el conjunto, para el que se empleará sobre todo hormigón armado, lo completarán la correspondiente señalización, jardinería y mobiliario (papeleras, barandillas, bolardos…), además de las acometidas básicas (luz, saneamiento, abastecimiento…)».