El primer ministro francés, François Bayrou, ha presentado este miércoles un contundente plan de ajuste presupuestario que busca ahorrar 43.800 millones de euros, con el objetivo de reducir el déficit público del país.
Durante una comparecencia especial ante casi la totalidad del Gobierno y representantes de la oposición, Bayrou expuso una batería de medidas destinadas a sanear las finanzas estatales, en un contexto marcado por el incremento del gasto en defensa.
Entre las decisiones más controvertidas se encuentra la propuesta de eliminar dos días festivos del calendario laboral, con el argumento de impulsar la productividad nacional. Esta iniciativa, que ya ha comenzado a generar debate, se suma a otras medidas como la congelación de las pensiones y una reducción en la plantilla de empleados públicos.
Bayrou defendió el plan como “necesario y realista”, y señaló que Francia debe “producir más” si quiere mantener su modelo social y afrontar los retos económicos actuales. Se espera que el proyecto sea discutido ampliamente en las próximas semanas tanto en el Parlamento como en la opinión pública.
