¿Qué pasa con las personas en tránsito migrante? ¿Dónde están? ¿Qué ha pasado con la “presión” migratoria? Poco sabemos, muy poco.
El confinamiento y la desescalada han evidenciado pautas sociales que conocemos desde hace décadas, pero que insistimos en acallar. Somos seres sociales y estamos muy expuestos a los medios de comunicación. Desde marzo la pandemia ha ocupado, prácticamente, todo el espacio informativo en España. Llevamos seis meses sin hablar de migración, a excepción de las noticias revictimizantes sobre la vulnerabilidad social de las personas migrantes -¡ojo! y eso que nos quitan las ayudas sociales- o sobre la dificultad para recoger las cosechas agrícolas -¡ah! ¿pero no nos quitaban el trabajo?-.
Durante estos meses la población ha seguido el tránsito migratorio, eso sí, abocados a mayores restricciones de movilidad, a la clandestinidad -todavía más-, y a la privación de sus actividades laborales. El caso de las personas migrantes en Marruecos es un claro reflejo de la situación, con el confinamiento no podían trabajar en la vía pública, que es una de sus principales fuentes de empleo, ni continuar el viaje migratorio hacía Europa; y recordemos que en el norte de Marruecos todavía hay zonas confinadas.
Tal y como se ha señalado, las personas migrantes han seguido su viaje, pero siempre que ocurre una restricción de la movilidad, ya sean por el aumento de presión policial y / o vigilancia en alguna frontera, por la verticalización progresiva de las fronteras o en este caso, por la pandemia, se reactivan las rutas más peligrosas para las personas; y justamente esto lo que estamos viendo con las llegadas a las Islas Canarias. La ruta atlántica, es decir, la ruta migratoria que tiene como destino final las Canarias, es de las más mortales del Mar Mediterráneo.
Únicamente señalar que el hecho de que no se escriba en prensa sobre gestión migratoria, no se abran telediarios con saltos en las vallas, ni se haga alusión a las llegadas de panteras, no es directamente proporcional a que no se estén vulnerando los derechos de las personas migrantes ni que no haya personas que estén muriendo en el Mediterráneo. Sí, tenemos el CETI vacío, pero miles de personas están jugándose la vida en la ruta atlántica.