Parecía imposible. Marruecos, con dinero español y europeo, ha terminado de levantar otra valla de concertinas a pocos metros del perímetro fronterizo de Ceuta. Desde Beliones hasta Castillejos el reino alauita ha militarizado la zona durante los dos últimos años y se ha cebado en redadas racistas en las regiones de Nador, Tetuán y Tánger.
Unas 200 personas han intentado burlar todas las trabas que había entre ellas y su voluntad de llegar a Europa. Lo han conseguido 155, mientras que las otras han sido contenidas por el servicio marroquí. Ocho han intentado resistir sin éxito a que los antidisturbios de la Guardia Civil les obligaran a bajar, para ser devueltos en caliente.
En estos momentos quienes han llegado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes están siendo atendidos en el interior por equipos de la Cruz Roja. Las fuentes oficiales apuntan que también habría 11 guardias civiles heridos levemente.