Solemne homenaje a 28 maestros y maestras que hoy se jubilan después de años enseñando a generaciones de ceutíes. Y emotivo recuerdo a Isabel Lagares Fuentes y Beatriz García Garro, largamente aplaudidas cuando sus respectivos viudos han recogido un obsequio en su memoria.
«Con trabajo abnegado, […] el maestro es el que enseña, el que guía». Todos hemos aprendido y nos han acompañado personas que por vocación han decidido que su trabajo sería dar herramientas para aprender. Para formarse en todos los sentidos. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se ha referido a ellos como «piedra angular» de la educación, y por esto les ha querido «dar la gracias en nombre de todos los ceutíes».
En sus discursos, los representantes del profesorado de primaria, Narciso Fortes, y de secundaria, Manuel Cámara, han querido poner énfasis en los cambios a los que se han tenido que adaptar. Pero ha habido una reclamación unánime que ha arrancado un aplauso en el público concentrado hoy en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea: «dejad trabajar a los maestros tranquilos». Fortes lo decía así de contundente, refiriéndose así a las 7 reformas educativas que el Estado español ha legislado en los últimos 35 años.
En el acto han asistido representantes políticos de Ciudadanos (Javier Varga) y el MDyC (Fatima Hamed). Además del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, repartiendo las insignias estaba el consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, la Delegada del Gobierno, Salvadora Mateos y el Delegado Provincial de Educación, Javier Martínez.