Como marca la tradición, el cielo nocturno de Ceuta se ha iluminado con los destellos producidos por la pirotecnia de los llamados «fuegos artificiales» que se lanzan en Feria en honor a la patrona de la ciudad, Santa María de África. Varios minutos de explosiones controladas que han pintado la oscuridad de la noche de colores verdosos, rojizos, anaranjados, amarallientos y azulones. Una retahíla de reacciones químicas y térmicas que se iban sucediendo una tras otra y que hacían las delicias de muchos ceutíes, sobre todo de los más pequeños.
Sin embargo, tirando de manida expresión, no llueve siempre a gusto de todos. Cada año son más las voces que señalan la idoneidad de reemplazar los tradicionales fuegos artificiales de Feria por otros que no generen detonaciones sonoras por el bien de personas con hipersensibilidad acústica (como pueden serlo aquellas que tienen un trastorno encuadrado dentro del espectro autista, por citar un ejemplo). También hay quien denuncia que estas detonaciones suponen de igual modo un sufrimiento evitable e innecesario para muchos animales que habitan en la ciudad, en su gran mayoría mascotas.
Quién sabe si en la próxima Feria, o en la siguiente, no hablemos de un espectáculo de pirotecnia sin explosiones. No lo descarten, hace años nadie hubiese pensando en un «Día sin ruido» en la Feria; este año ha sido el primero y la gran mayoría reclama que la iniciativa se extienda a todos los días que duren las Fiestas Patronales.
Galería de Antonio Sempere.