La Plaza de Nelson Mandela ha acogido hoy la «maratón de la reanimación cardiopulmonar (RCP)», a la que han acudido más de 1.400 escolares para saber cómo se realiza una RCP, cuál es la «posición lateral de seguridad» y cómo se realiza, o cómo llevar a cabo una maniobra de Heimlich (atragantamiento).
Decía María Montessori, tan de moda hoy día, que el niño aprende a través del juego porque el juego en sí es el trabajo del niño. Si esta máxima se cumple -hay estudios que así lo avalan-, los/as 1.400 niños/as y adolescentes que han acudido hoy a la «maratón de la reanimación cardiopulmonar (RCP)» seguramente habrán interiorizado las nociones básicas de los primeros auxilios.
Con la orientación y la explicación de un monitor, los escolares que han asistido a esta «maratón de la RCP» iban pasando por los diferentes stands para aprender a poner a una persona en «posición lateral de seguridad«, realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP), o cómo se hace una maniobra de Heimlich.
Una clase práctica, divertida, dinámica, fuera del aula y que mezcla a escolares de distintos centros de la ciudad. Una experiencia que seguro que muchos/as no olvidarán fácilmente y que esperemos que nunca tengan que verse en la obligación de ejecutar lo que han aprendido.
«Esta formación debería ser obligatoria en los colegios»
Una de las máximas de los primeros auxilios es el reciclaje. No basta con aprender una vez en qué consisten los primeros auxilios y sus nociones básicas. Hay que reciclar continuamente la formación para no olvidarla y actualizarla. Por ello, Víctor Ríos, director general de Protección Civil y Emergencias ha explicado que «tendría que ser una asignatura obligatoria en todas las edades. Desde los pequeños de tres años hasta bachiller. Sería interesante que el Ministerio estudiase la posibilidad de dar esta formación continua. Porque esta formación, si no se utiliza, se va a olvidar a los seis meses».
Esta formación, si no se utiliza, se va a olvidar a los seis meses
Víctor Ríos, director general de Protección Civil y Emergencias
Además, Ríos ha comentando que, aunque hay desfribladores en varios de puntos de la ciudad como el Teatro Auditorio del Revellin, aparcamientos subterráneos o el polideportivo Guillermo Molina, sería ideal que hubiese más. «Cuantos más mejor. Yo he visto ciudades que los tienen hasta en las calles» ha comentado Ríos.