Esta mañana el candidato del PP al Congreso, Guillermo Martínez, y la candidata al Senado, Fatima Dos Santos, convocaban a los medios de comunicación para cubrir su visita a la Fundación Gallardo. No esperaba, sin embargo, Martínez, que el fundador de la Fundación Gallardo, Alberto Gallardo, reprobase sus palabras en presencia de los periodistas.
Martínez se pronunciaba, a cuenta de un encuentro mantenido ayer con varios representantes del INGESA, sobre la posibilidad de instalar una clínica de radioterapia en Ceuta. Explicaba el candidato al Congreso que los criterios entre los propios integrantes del INGESA no son unánimes. Argumentaba Martínez que, pese a la demanda ciudadana y los intentos del Gobierno Local -representado por el PP- que designó una parcela para ubicar la clínica y se puso en contacto con la empresa privada que ofrece este servicio en el Campo de Gibraltar, no se dan en Ceuta los parámetros idóneos en cuanto a la ratio de pacientes que permitan implementar un servicio de calidad. Además, afirmaba que con el acuerdo firmado entre la Ciudad y la empresa Helity, se facilitaba el desplazamiento y se paliaba, aunque no se resolvía por completo, el problema.
Es aquí cuando Alberto Gallardo, espontáneamente ha interrumpido las declaraciones de Martínez para asegurar que no estaba de acuerdo con el aspirante a representar a Ceuta en la Cámara Baja sobre sus palabras en relación a la unidad de radioterapia. Gallardo ha explicado que este tema lo ha sufrido personalmente a través de su cónyuge. Sobre el problema con la ratio de pacientes, Gallardo ha sido tajante y contundente: «Donde hay un enfermo tiene que haber atención». Proseguía argumentando que él no exige una clínica de radioterapia en Ceuta, pero sí una unidad que preste este servicio dentro del Hospital Universitario, al igual que ocurre con la quimioterapia.
La radioterapia es peor que la quimioterapia
Gallardo califica como «inhumano» el «obligar» a los pacientes a cruzar el estrecho, ya sea en barco o en helicóptero, para recibir tratamientos de radioterapia. Asegura que «hay que vivirlo para entenderlo». Visiblemente emocionado y con voz temblorosa, recordaba el calvario por el que pasó su esposa cuando tuvo que someterse a este tratamiento. «Mi mujer pensaba que lo peor sería la quimioterapia. Pero se equivocaba. La quimio fue un paseo comparada con la radioterapia». Continuaba Gallardo explicando el proceso por el que pasan los pacientes de radioterapia:
«Es algo que no tiene un efecto inmediato. Cuando pasan unas horas del tratamiento es cuando empiezas a notarlo. Mi mujer llegaba y tenía que tomarse algún analgésico y acostarse toda la tarde. Y al día siguiente, todavía con ese malestar en el cuerpo, tenía que volver a desplazarse para recibir más tratamiento. Es algo inhumano».
Ante las inesperadas declaraciones de Gallardo, Martínez ha tratado de rebajar la tensión y ha comentado: «Recojo el guante tendido por Alberto y me comprometo a luchar por conseguir una unidad de radioterapia en Ceuta».