Gema Prieto, trabajadora social del Centro Asesor de la Mujer es una pieza clave en la atención a las víctimas de la violencia de género, con motivo del Día Internacional contra la violencia de género, conversamos con ella para romper algunos mitos y para profundizar en algunos aspectos de esta lacra social que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
¿Cuáles son los principales mecanismos de defensión con los que cuenta hoy día una víctima de violencia de género?
La respuesta institucional a las víctimas de violencia de género es el principal factor de protección ya que necesariamente abarca varios ámbitos que son fundamentales para que una mujer pueda salir de una situación de violencia. Por supuesto, la asistencia social integral por parte de las instituciones y organismos debe adaptarse a la particularidad de cada mujer, la fase del proceso que está atravesando, su grado de conciencia del problema, su red de apoyo… es decir, debe adaptarse y ser flexible a cada situación puesto que cada caso es diferente.
¿Qué instrumento, herramienta, organismo, etc, echa en falta en este sentido? Es decir, ¿hacía dónde tiene que avanzar el sistema para garantizar la protección de una víctima de violencia de género y potenciar su desarrollo personal?
Uno de los aspectos más importantes para la recuperación integral de la mujer es, aparte de la atención y apoyo a nivel psicológico, la inserción sociolaboral. En este sentido el programa de inserción laboral para víctimas de violencia de género que se aprobó en el año 2008 se ha desarrollado muy poco. Es necesario impulsar la colaboración con las empresas para la contratación de las mujeres víctimas de violencia de género puesto que el empleo es un factor de inclusión e integración fundamental para las mujeres.
¿Dirías que hay un perfil concreto de mujer víctima de violencia de género en Ceuta?
No hay un perfil de mujeres víctimas de violencia de género. Es importante tener en cuenta que todas podemos caer en una relación violenta por lo que los estereotipos y clichés en este sentido pueden ser dañinos y crear una imagen distorsionada de las víctimas.
¿Cuáles son los principales mitos y estereotipos que hay sobre la violencia de género?
Algunos de los mitos en torno a la violencia que persisten son por ejemplo que se tiende a pensar que las situaciones de violencia contra la mujer se dan en contextos desfavorecidos de exclusión y escasez de recursos, que entre las mujeres y chicas jóvenes apenas se dan situaciones de violencia, que el alcohol y las drogas son los culpables de los actos violentos, que las mujeres que aguantan relaciones de violencia es porque quieren, que hay muchas denuncias falsas porque las mujeres se quieren aprovechar de los recursos, que no hay violencia de género sino violencia en general entre personas para negar la desigualdad todavía existente…
La Ley de Violencia de Género data de 2004, han pasado 16 años, ¿crees que es necesaria una revisión y una actualización integral de la misma?
La ley 1/2004 de medidas de protección integral supuso un avance histórico en la atención y protección a las mujeres víctimas de violencia de género pero por supuesto debe adaptarse a las circunstancias actuales y dar mayor cobertura a otros tipos de violencia. En este sentido el Pacto de Estado contra la Violencia de Género ha construido sobre las bases que se asientan en la ley ya que ha identificado las áreas y necesidades sobre las que hay que incidir y seguir trabajando para mejorar la respuesta institucional.
¿Cuáles son estas áreas?
El pacto de estado contra la violencia de género incide en la necesidad de fomento de las acciones de sensibilización de la sociedad y de la prevención de la violencia de género desarrollando acciones dirigidas a sensibilizar a toda la sociedad sobre el daño que producen la desigualdad y las conductas violentas, así como el papel de los medios de comunicación, la mejora de la respuesta institucional a las víctimas de violencia de género a través de la coordinación y el trabajo en red, y la intensificación de la asistencia y protección de menores, que parte de su reconocimiento como víctimas directas y lleva aparejada la necesidad de ampliar y mejorar las medidas dirigidas a su asistencia y protección con la implantación de nuevas prestaciones en los casos de orfandad, de revisar las medidas civiles relativas a la custodia de los menores; de fomentar las actuaciones de refuerzo en el ámbito educativo y de impulsar la especialización de los Puntos de Encuentro Familiar para los casos relacionados con la violencia de género, el impulso de la formación y mejora de las estadísticas y datos para tener una buena radiografía de lo que ocurre
Como trabajadora social, ¿qué opinas sobre las posturas que abogan por prohibir las visitas a los padres condenados por violencia de género?
Es algo lógico y una postura que se lleva reclamando desde diversas instituciones y organismos. Hay que tener en cuenta que los menores son en todo caso víctimas de la violencia que se ejerce contra sus madres y que el impacto en ellos tiene consecuencias a todos los niveles. Por lo tanto los poderes públicos deben adoptar las medidas necesarias para evitarles perjuicios y apartarles de posibles peligros.
¿Podríamos afirmar entonces que un maltratador no es un buen padre?
Si.
¿Cuáles serían estas medidas de protección a los hijos e hijas?
Prohibir los regímenes de visitas como medida fundamental.