Kissy Chandiramani, portavoz eventual del Consejo de Gobierno, califica como «obsesión» la insistencia de Caballas por conseguir en los juzgados que la obra de Gran Vía sea «de exposición pública» y cree que el fin de los de Mohamed Ali es «dañar la imagen de la Ciudad haciendo ver que solo invertimos en la Gran Vía», algo que la consejera ha negado rotundamente.
Chadiramani afirma que la Ciudad solicitó en su momento «todos los informes técnicos necesarios» y que estos acreditaron que la obra «no era de urbanización». En este sentido, recuerda que una vez que les denuncia Caballas, «se solicita un peritaje judicial que da la razón, en este caso, a los técnicos de la casa» y entiende que «el asunto está suficientemente debatido».
Por ello, la consejera de Fomento y Medio Ambiente, califica la intención de Caballas de impugnar el citado peritaje judicial, como una «obsesión» por las obras de la Gran Vía por parte de Caballas porque, según Chandiramani, la coalición local estaría tratando de «dañar la imagen de la Ciudad haciendo ver que solo invertimos en la Gran Vía o en el centro, cuando no es cierto».
Retrasos en varias obras, pero justificados, según Chandiramani
La consejera asegura que el Gobierno no está satisfecho con el retraso en los plazos de ejecución que están sufriendo varias obras, algunas como las de Gran Vía de un año. Sin embargo, asevera que todos estos retrasas están justificados debidamente por los informes técnicos y lamenta que se han encontrado con «problemas inevitables».