Una inquilina de una finca recientemente adquirida por un fondo de inversión ha denunciado que todas sus pertenencias fueron arrojadas por el hueco de la escalera del edificio, en lo que califica como un intento de desalojo forzoso.
La afectada asegura tener un contrato de alquiler en vigor hasta el año 2029 y sostiene que no tiene intención de abandonar su vivienda, a pesar de la presión ejercida por los nuevos propietarios del inmueble.
El incidente se suma a una creciente preocupación por los conflictos entre inquilinos y fondos de inversión, especialmente en zonas urbanas donde la especulación inmobiliaria ha generado tensiones por la vivienda. La inquilina afirma que no ha recibido ninguna orden judicial de desalojo y que tomará acciones legales ante lo que considera una violación de sus derechos.
Autoridades locales ya han sido notificadas del suceso y se espera una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar responsabilidades.
