Para la organización los presupuestos siguen sin abordar adecuadamente un aspecto fundamental para el futuro del país: la prevención de los grandes incendios como los que han asolado la península este verano. Para Greenpeace esto no es viable con un incremento de 14 millones para la política forestal y de lucha contra incendios. Además, la ONG demanda una Estrategia Nacional que gestione nuestras masas forestales de manera preventiva, más allá de la extinción, y con presupuesto
- Por Greenpeace
En un primer análisis del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, presentado este jueves en el Congreso, Greenpeace valora positivamente el “Informe de alineamiento con la transición ecológica”, primer ejercicio de presupuesto verde realizado por el Estado. Sin embargo, cuestiona que el 30,6 % de los presupuestos generales se dediquen realmente a una apuesta decidida a la lucha contra el cambio climático y lamenta que el Gobierno continúe detrayendo recursos públicos para financiar el oligopolio fósil y militar.
De los 28.692 millones de euros presupuestados como fondos de recuperación el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico dedicará los centrados en la reconstrucción verde, entre otros, al despliegue de renovables (225 millones), la movilidad eléctrica (455 millones), las comunidades energéticas (25 millones), con un incremento del presupuesto con respecto a 2022 para energía sostenible en las islas (780 millones) y las inversiones en transición justa (672,82 millones).
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana destinará los fondos de reconstrucción verde a la rehabilitación de viviendas (2.480 millones) y Zonas de Bajas Emisiones y movilidad sostenible (1.793 millones). Este Ministerio además dedicará 1.033 millones a la prórroga a las ayudas al transporte público, que facilitarán su uso a muchas personas, además de promover una movilidad más justa y sostenible. Desde Greenpeace instan al Gobierno a buscar un esquema de financiación permanente que, además de resultar asequible, garantice unos horarios y frecuencias de trenes atractivas.
Para la organización los presupuestos siguen sin abordar adecuadamente un aspecto fundamental para el futuro del país: la prevención de los grandes incendios como los que han asolado la península este verano. Para Greenpeace esto no es viable con un incremento de 14 millones para la política forestal y de lucha contra incendios. Además, la ONG demanda una Estrategia Nacional que gestione nuestras masas forestales de manera preventiva, más allá de la extinción, y con presupuesto.
“En medio de la crisis económica provocada por los combustibles fósiles y con los peores datos sobre los impactos extremos del cambio climático, el Gobierno debe pasar la página de la economía fósil y especulativa. La única forma de llegar a “fin de mes” sin provocar el “fin del mundo” es acelerar una verdadera transición ecológica que ponga a la ciudadanía en el centro, redistribuya la riqueza, apueste por el ahorro y la reducción justa e impacte positivamente en el empleo, la factura de la luz, la cesta de la compra y el futuro de la juventud”, ha declarado Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España.
Pese a la inversión verde que va a realizar el Gobierno, Greenpeace denuncia que se sigue destinando presupuesto a las llamadas “inversiones marrones”, es decir aquellas que siguen favoreciendo el uso de combustibles fósiles y que reman en sentido contrario a la necesaria transición ecológica. Así lo muestran las políticas de gasto para Industria y Energía que continuarán dando ayudas encubiertas a través de compensaciones al sector industrial, sin que se especifiquen condicionantes ambientales, como es el caso de los 337 millones de euros dirigidos a compensar a los consumidores electrointensivos o las exenciones fiscales por 967 millones de euros destinadas a subvencionar combustibles fósiles.
El presupuesto militar aumenta un 26% hasta alcanzar los 12.317 millones de euros, especialmente en proyectos de apoyo a esta industria por valor de 4.900 millones de euros con cargo a créditos, un 40% más que en 2022. Por ello la organización denuncia que se sigan maquillando los gastos reales en defensa y se alimente la carrera armamentística y la deuda pública en medio de la crisis actual.
Por último, Greenpeace advierte que, más allá del “parcheo fiscal” de medidas coyunturales y como respuesta a la guerra, sigue pendiente una reforma fiscal integral, justa y verde que fomente la redistribución de la riqueza y acelere la transición ecológica. “Impuestos cómo el de los beneficios caídos del cielo deben convertirse en un mecanismo permanente de protección frente a la especulación de las grandes corporaciones cuya recaudación refuerce la lucha contra la pobreza energética”, ha añadido Saldaña.
Greenpeace realizará una valoración ambiental más detallada de los presupuestos por partidas y programas así como del informe de alineamiento con la transición ecológica que hará llegar a la Comisión de Presupuestos Generales del Estado del Congreso de los Diputados y que estará disponible en la web de la organización.