El presidente de SEO-Ceuta explica la situación de estos buitres que están en peregrinación prenupcial hacia Europa y denuncia el lamentable estado en que se encuentran los espacios naturales protegidos para éstas y otras aves de paso por la ciudad
Durante los últimos días han sido numerosos los ciudadanos y ciudadanas que han avistado a varios buitres en la ciudad, ejemplares normalmente jóvenes que realizan su migración prenupcial desde África a Europa y que, agotados por el largo trayecto y ante su falta de experiencia en el que es su primer trayecto migratorio, se ven obligados a realizar una parada en la ciudad. Las malas condiciones meteorológicas en el Estrecho, con vientos de levante que ahora han girado a un fuerte poniente, les han hecho regresar a tierra firma para reponer fuerzas antes de hacer frente a este viaje anual.
A consecuencia de ello, en las últimas 24 horas, Athisa ha recogido tres ejemplares de buitres muertos: uno de ellos ayer miércoles en los Viveros de San Amaro y otros dos, esta misma mañana del jueves, en las playas del cementerio de Santa Catalina y en la de San Amaro, respectivamente.
Vídeos y fotografías han dejado testimonio de cómo estos animales, totalmente exhaustos, intentaban descansar antes de retomar su camino hacia tierras europeas, pero estas imágenes también se han hecho eco de cómo estos buitres eran atacados por un elevado número de gaviotas. El motivo: proteger a los polluelos ante el que consideran un enemigo natural. «Tenemos mucho que aprender de ellas por la solidaridad que demuestran. En cuanto una da la voz de alarma porque piensa que los pollos están en peligro, todas hacen piña y se lanzan en su defensa hasta que expulsan a la amenaza», explica el presidente de SEO-Ceuta, Miguel Ángel Guirado.
Es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los jóvenes buitres, pero no el único. Guirado señala que la ciudad no dispone de áreas donde alimentarse y descansar para reponer las fuerzas necesarias antes de retomar el camino. «Ceuta tiene una densidad de población impresionante y eso es un lastre para estos acontecimientos de la naturaleza». A pesar de contar con dos Zepa (Zona de Especial Protección para las Aves), el presidente de SEO-Ceuta denuncia las condiciones en que se encuentran. «Una noche que estaba en una de las estaciones de escucha de aves pude comprobar que estaba llena de coches, motos circulando haciendo ruido y completamente lleno de basura«. Son las condiciones en que la ciudadanía ha vuelto a dejar huella en la naturaleza a la que, durante algo más de dos meses dio un respiro durante el confinamiento. «No hemos aprendido nada, el respiro que se le ha dado a la naturaleza no ha servido de nada», lamenta.
El esparcimiento de las actividades humanas tras la relajación en las medidas de confinamiento es uno de los grandes enemigos para el medio ambiente y las especies que en ella habitan y así de claro lo ha dejado Guirado: «Somos depredadores del espacio, no sabemos compartir con otras especies ni tener consideración hacia ellas». Desde la Ciudad, añade, tampoco parece que se adopten las medidas suficientes para mantener estos espacios protegidos en las condiciones adecuadas. «La Consejería de Medio Ambiente no pone en valor el patrimonio natural ni emplean medios para resguardar estas zonas, es de vergüenza total», lamenta Guirado.
El responsable de SEO-Ceuta recuerda que en este periodo migratorio participan más de 250 buitres y que algunos se ven obligados a regresar desde el Estrecho hasta la ciudad al no poder hacer frente a las adversas condiciones de los vientos. Otras muchas superan el reto y terminan en Tarifa, ciudad que se ha convertido en centro de estudio y recuento de estas aves. Una imagen totalmente opuesta a la existente en Ceuta donde «ni siquiera existe un protocolo de actuación para auxiliarlas y rescatarlas a pesar de ser una especie protegida«.
Es el panorama existente en una ciudad donde la protección del medio ambiente y de especies en peligro de extinción parece que siempre se encuentra en un segundo plano.