Para Ahmed la forma de actuar de la UIR venía motivada por “el racismo, se les notaba en los ojos que estaban muy quemados. Me aparté y me volvieron a pegar, eso es el colmo”
Fetiha Ahmed Mohamed es una de tres protagonistas del vídeo siendo aporreada por la Unidad de Intervención Rápida (UIR) de la Policía Local en la noche de ayer. Un clip que lleva siendo difundido masivamente por redes sociales en las últimas horas. La joven ha decidido no quedarse callada y hablar con El Foro de Ceuta para dar a conocer su versión de los hechos, en lo que a priori parecía una celebración por la victoria de Marruecos contra Portugal y terminó en una fatídica noche para ella. La joven tuvo que acudir al Hospital Universitario de Ceuta y denunció a los agentes de la UIR que la golpearon.
La joven explica que todo comenzó cuando “estábamos festejando como gente normal, al igual que en toda España. La policía vino a echar a ‘Dakka Marrakchia’, al principio me aparté, porque no entendía nada y obviamente me daba miedo”. Sin embargo, detalla que se dio la vuelta para alejarse y “noté un golpe, como un porrazo en toda la espalda”.
Cuando se giró fue directa al agente “con buena educación a pedirle una respuesta de por qué me pegó y solo me dijo: vete”. Revela que “sinceramente me altere, me di la vuelta con impotencia y otro policía vino a pedirme la documentación y le dije que no la llevaba encima y que le podía dar mis datos”.
En ese momento, apareció una mujer con su hija –que ha terminado con el dedo fracturado– “ellas vinieron a defenderme porque no le había gustado la manera en la que me habían cogido y agredido». Cuando Fatiha Hamed volvió a intentar apartarse de la aglomeración, no pudo y recibió “tres golpes fuertes seguidos y a la tercera caí rendida al suelo”. La joven señala que está llena de moratones, dolorida y con una contusión, después de los porrazos recibidos.
“No conozco de nada a la mujer y la niña, ellas vinieron a defenderme y han salido perjudicadas por querer ayudarme”, lamenta. Después del incidente la ambulancia la llevó al Hospital Universitario de Ceuta y al salir de este fue a la Jefatura Superior de la Policía Nacional para preguntar si lo que le ocurrió era “legal” y le dijeron que “no”, así que optó por denunciar a los agentes.
Para Ahmed la forma de actuar de la UIR venía motivada por “el racismo, se les notaba en los ojos que estaban muy quemados. Me aparté y me volvieron a pegar, eso es el colmo”. Además, agrega: “Cuando me pegó, me acerqué a él llorando y le pedí tres veces que por favor me dijese el número de placa para denunciarlo, no quiso y me aseguró que me lo darían en la comisaría, de eso hay muchísimos testigos”, finaliza.