La concentración a las puertas de la Delegación del Gobierno convocada hoy por ACAIP-UGT E IIPP de CSIF ha servido para denunciar las agresiones que sufren los funcionarios de prisiones y para reivindicar una vez más la falta de personal, la necesidad de recalificar a la prisión de Ceuta en 1.1., así como para solicitar el reconocimiento de los funcionarios de prisiones como agentes de la autoridad
ACAIP-UGT E IIPP de CSIF han vuelto a denunciar que, desde hace ya bastantes años, los trabajadores penitenciarios se encuentran ante una «situación de total y absoluto abandono y falta de respeto que hemos sufrido por los dirigentes del Ministerio del Interior y de la Secretaría General de IIPP«. La convocatoria, promovida por las centrales sindicales a nivel nacional, se ha realizado como muestra de repulsa a las agresiones graves que han ocurrido en los Centros Penitenciarios de Murcia 2, Valencia y Madrid VII (Estremera).
Mohamed Haidor, representante de ACAIP-UGT, ha asegurado saber dónde trabajan, «pero queremos trabajar con una mínima garantía de seguridad y que la propia administración nos respalde». Según el sindicalista, hay unas 300 agresiones al año a personal de prisiones. «En Ceuta son habituales las citaciones judiciales de compañeros e internos por agresiones, se dan en todos los centros de España, con hechos cotidianos, pero no por ello vamos a cerrar los ojos ante una problemática que es bastante grave».
Para ello, piden el reconocimiento de los funcionarios de prisiones como agentes de la autoridad, una propuesta que se encuentra en tramites parlamentarios. «Es importante porque así de esta manera la agresión a cualquier funcionario publico penitenciario, estaría agravada y se daría el principio de indemnidad, es decir, la Administración sería la responsable de indemnizar al trabajador por daños y perjuicios», señalan.
Reclasificación a 1.1. y más personal
La reclamación histórica de los sindicatos desde que la prisión de Fuerte Mendizábal abrió es la reclasificación a 1.1 , una demanda que, aseguran, «nos corresponde, porque el Gobierno lo ha reconocido en sede parlamentaria, pero no hace nada por arreglarlo».
Otra de las cuestiones que reivindican es el incremento de la plantilla. Sobre la mesa una propuesta: la de abrir dos módulos más con 105 funcionarios nuevos, con el fin de que los internos «no estén tan mezclados, que un multireincidente no esté con uno que ingrese por primera vez, que los mayores no estén con los menores y que nos permita aplicar el tratamiento penitenciario para proceder a la reinserción y reeducación de los internos».
Sin embargo, Haidor advierte que se temen que «en Función Púbica y Hacienda van a parar totalmente la petición, y dejar el centro penitenciario de Mendizábal con el 25% de sus instalaciones únicamente, eso después de haber invertido 150 millones de euros en su construcción, lo que supone la inversión más alta realizada en Ceuta». Para los representantes sindicales, haría falta duplicar la plantilla actual -unos 230 funcionarios- para poder abrir el centro completo.
Juan Martín, representante del CSIF, recuerda que en 2017 ya hubo una huelga general en prisiones, con la que no se consiguió nada porque se exigieron muchos requisitos de servicios mínimos, tras ella una concentración sin capacidad negociadora por parte de la Administración, «tienen que escuchar a las personas que trabajan en el medio penitenciario, trabajamos con personas que tienen problemas, que tienen muchas deficiencias, la mayoría con medicación psiquiátrica», lo único que pedimos es medios materiales y humanos. En Ceuta tenemos de lo primero, pero es vergonzoso que no tengamos medios personales suficientes, tenemos que estar continuamente dejando puestos vacantes, abandonando una parte del servicio para acudir a otra…».
«Hay que tener un control de seguridad y dar un servicio de calidad, ¿por qué no dotarnos de personal suficiente para que funcione correctamente?», ha lamentado Martín, que se pregunta cuándo llegará la 1.1., «lo único que hacen es vender humo, como los trileros. Queremos que se sienten a negociar con voluntad«.
Para concluir, Haidor ha recordado que el centro penitenciario tiene entre 230 no 240 internos gracias a que, prácticamente, todas las semanas hay dos conducciones de internos a la península, «mandamos a centros de la península a ceutíes que por ley deberían cumplir su condena en Ceuta, y los alejamos de sus familiares, contraviniendo la ley, por falta de módulos abiertos y falta de personal suficiente»