Un hallazgo inusual generó alarma en la carretera de Rabat, en la ciudad de Tánger: restos humanos aparecieron esparcidos en el lugar, lo que activó un operativo de seguridad y motivó la apertura de una investigación bajo la supervisión de la fiscalía local.
Fuentes policiales confirmaron que las primeras indagaciones descartaron la hipótesis de un crimen. Según las investigaciones iniciales, los restos pertenecían a un cadáver transportado por un coche fúnebre, del cual cayeron accidentalmente durante el trayecto.
La peculiaridad del suceso ha levantado serias dudas sobre la profesionalidad de quienes están encargados del traslado de cadáveres y materiales médicos sensibles entre los hospitales de la ciudad. Este tipo de incidentes evidencia posibles fallos en los protocolos de seguridad y manejo que deben garantizar la integridad de los cuerpos.
Por su parte, la delegación de salud de la región no ha emitido hasta el momento ningún comunicado oficial sobre lo sucedido, dejando sin aclarar si existen medidas para evitar que un evento similar vuelva a ocurrir.
La investigación sigue en curso, mientras las autoridades buscan esclarecer los detalles de este hecho inusual que ha sacudido a la opinión pública local.