El partido fundado por Mandela y Zuma desafía la línea oficial del ANC y abre un nuevo capítulo en la diplomacia africana
12 de junio de 2025.
En un inesperado y contundente giro dentro del escenario político sudafricano, el partido uMkhonto weSizwe (MK), fundado por Nelson Mandela y Jacob Zuma, ha anunciado su apoyo oficial a la marroquinidad del Sáhara Occidental, desmarcándose de la posición histórica del gobierno sudafricano liderado por el Congreso Nacional Africano (ANC).
En un comunicado publicado este miércoles, el MK, ahora tercera fuerza política del país con 58 escaños parlamentarios, declaró que el Sáhara es “parte integrante de Marruecos desde mucho antes de la colonización española en el siglo XIX”, respaldando así plenamente la soberanía marroquí sobre el territorio.
La declaración representa una ruptura diplomática sin precedentes con la postura mantenida por Sudáfrica desde 2004, cuando reconoció a la autoproclamada “rasd” (República Árabe Saharaui Democrática) y cortó relaciones con Marruecos.
Un argumento histórico y pragmático
El MK argumenta que la recuperación del Sáhara por Marruecos en 1975 fue parte de un proceso legítimo de restauración de la integridad territorial del Reino. La formación opositora también respalda con firmeza la propuesta marroquí de autonomía, considerándola “una solución equilibrada que permite la gobernanza local de los saharauis manteniendo la soberanía marroquí”.
El comunicado califica esta opción como una vía de estabilidad regional, y enmarca su posición dentro de una visión panafricana que busca la unificación del continente, no su división. En este sentido, el MK lanza una crítica velada al ANC, al considerar que su política exterior está “desconectada de las realidades geopolíticas actuales”.
Zuma y la reanudación del diálogo con Marruecos
El respaldo del MK reaviva el legado diplomático del expresidente Jacob Zuma, quien en 2017 reanudó los contactos con Marruecos tras una larga congelación, reuniéndose con Su Majestad el Rey Mohammed VI en los márgenes de la cumbre UA-UE celebrada en Abiyán. Zuma declaró entonces que “Marruecos es una nación africana con la que debemos mantener relaciones”, subrayando que fue Sudáfrica quien dio el primer paso en la ruptura diplomática de 2004.
Nuevo equilibrio político en Sudáfrica
Este pronunciamiento del MK llega en un momento de fragmentación política en Sudáfrica, tras unas elecciones que debilitaron al ANC, que conserva 159 escaños. La Alianza Democrática (DA), con 87 asientos, mantiene una posición reservada sobre el conflicto del Sáhara, mientras que emergen movimientos independentistas en la región del Cabo, algunos incluso con respaldo internacional.
La postura del MK podría marcar un punto de inflexión en la política exterior sudafricana respecto al Sáhara marroquí y contribuir a modificar la percepción del dossier a nivel continental. Este cambio también refleja una tendencia creciente en África: varias cancillerías empiezan a considerar la propuesta de autonomía marroquí como la solución más realista y sostenible para un conflicto que se prolonga desde hace décadas.
Contexto regional y proyección continental
El nuevo posicionamiento del MK se produce en paralelo al incremento de la influencia económica y diplomática de Marruecos en África subsahariana, a través de proyectos de inversión y asociaciones estratégicas. Un enfoque pragmático que contrasta con el apoyo exclusivamente político de Argelia al Frente Polisario.
Este realineamiento en Sudáfrica podría tener repercusiones más allá de sus fronteras, consolidando la creciente aceptación internacional del plan de autonomía marroquí como una base sólida para una solución definitiva al conflicto del Sáhara Occidental.
