El pasado día 08/10/22, viernes, en la sociedad de cazadores tuve el placer de asistir a un cariñoso homenaje, un reconocimiento a una relación muy especial entre un funcionario público, miembro de los cuerpos de seguridad del estado, concretamente guardia civil, que dejaba de prestar sus servicios por jubilación en la intervención de armas de nuestra ciudad donde estuvo 22 años de los 42 que permaneció en el cuerpo. En el local de esta sociedad, fue donde los cazadores le quisieron expresar su respeto y afecto.
Al acto asistieron los presidentes Jesús Rodríguez, de la Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestritas, y Manuel Báez, de la Real Federación Española de Caza en Ceuta, más una nutrida representación de cazadores que no quisieron perderse un acto donde poner en valor la figura de Tomás.
Tomás Salas Rodríguez, guardia civil, forjó un estrecho y fructífero lazo al frente de la oficina del SEPRONA en Ceuta. Durante sus comienzos en nuestra ciudad, combatió con decisión y eficacia el tráfico ilegal de animales donde se llegaron a intervenir desde primates hasta dos leones y donde su compromiso con el medio ambiente fue reconocido y valorado. En su relación con los cazadores de nuestra ciudad, no hizo otra cosa que cumplir con su deber; fue su carácter afable y su educación lo que le permitió ganarse a un colectivo, desde hace algún tiempo, muy maltratado por los más intolerantes de la sociedad en la que vivimos.
Tomás es ese ejemplo donde una institución es elevada a diario con su propio trabajo, haciéndola aún más respetable. Es el claro ejemplo de un funcionario público que, cumpliendo con su labor, cumpliendo con su deber, favoreció la relación entre la administración y sus ciudadanos, es la empatía en estado puro y que todo el mundo agradece.
Hoy Tomás nos da además, la oportunidad de reivindicarnos y decir que el deporte de la caza, para quien no lo sepa, en nuestro país genera más de 3.600 millones de euros al año y crea más de 54.000 empleos con lo que su aportación a la economía es más que significativa, contribuyendo también a fijar población en los pueblos de la llamada España vaciada. No se entendería, como pretenden algunos, la erradicación de este deporte que en los orígenes del ser humano fue el único medio de vida, hoy convertido en una mezcla de ejercicio físico y pasatiempo.
No muchos entienden el papel que los cazadores juegan para con el medio natural, la necesidad que la sociedad tiene de la existencia de ellos y el papel que éstos desempeñan en pro del campo y sus múltiples beneficios. Sus detractores deberían saber que, como el ejército, los cazadores no se improvisan. Sin embargo, los intentos de algunos por desacreditarlos son permanentes, la persecución no cesa; hasta logran que tengan que permanecer permanentemente a la defensiva. Todo indica que la lucha continuará…