La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, encabezó un acto de homenaje a las víctimas del franquismo, recordando sus nombres y apellidos en un evento que busca mantener viva la memoria histórica. Este acto, celebrado en la Cámara Baja, contó con la presencia de familiares de las víctimas, así como de figuras políticas como el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
Durante su discurso, Armengol enfatizó la importancia de continuar con la recuperación de los restos de las víctimas del franquismo, aunque reconoció que se está llegando tarde en muchos casos. Además, dedicó un momento especial para recordar al joven anarquista Salvador Antich, la última persona ejecutada mediante garrote vil durante la dictadura, una práctica que estuvo vigente en España hasta la abolición de la pena de muerte en 1978.
En el marco del homenaje, Armengol entregó a las hermanas de Salvador, Montserrat y Carmen Puig Antich, una copia de los diarios de sesiones del Congreso donde se mencionó a su hermano. Este gesto formó parte de una mesa redonda centrada en la reparación histórica, que incluyó la representación de un fragmento de la obra teatral ‘Federico, no hay olvido, ni sueño: carne viva’.
El coloquio fue moderado por la periodista Natalia Junquera y contó con la participación de la historiadora y antropóloga Lourdes Herrasti, el arqueólogo Francisco Carrión, y la representante de AMEHIS, Consolación Barroso. Al finalizar el acto, se presentó de manera completa la obra teatral en el sótano del Congreso de los Diputados.
Esta pieza de teatro documental aborda la memoria del poeta Federico García Lorca y la memoria histórica en general. Fue representada en su totalidad el pasado verano en el barranco de Víznar (Granada), lugar donde el 19 de agosto de 1936 fue asesinado el autor de ‘La casa de Bernarda Alba’.
El evento estaba originalmente programado para el 30 de octubre, pero fue pospuesto debido a la DANA en Valencia. Es la primera vez que se organiza en la Cámara Baja un homenaje con motivo del día de recuerdo a todas las víctimas del golpe militar de 1936, la Guerra Civil y el régimen franquista, celebrado el 31 de octubre desde la aprobación de la Ley de Memoria Democrática.