Sobre la mesa del consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, hay dos expedientes: el primero, el del agente de la Policía Local, exculpado hace cuatro días de una presunta agresión sexual. El segundo, el de la agente del mismo cuerpo que ha ingresado en prisión mientras se determina su implicación en una trama de blanqueo de capital proveniente del narcotráfico.
Son dos casos distintos, aunque el procedimiento que se va a iniciar tiene un mismo comienzo. Hachuel firmará la apertura del expediente disciplinario a lo largo del día. En el caso del agente exculpado, el instructor y el secretario de su caso tendrán que determinar «si ha habido abandono de su puesto de trabajo», ausentándose el policía demasiado tiempo durante el desayuno. De confirmarse, sería una falta grave.
En el caso de la agente que ha ingresado en prisión, el expediente quedará en suspenso justo después de haberse iniciado a expensas de lo que decrete la justicia. Si al final era inocente, no habrá consecuencias para la agente. Si es culpable, «se reflejará la misma decisión judicial en el expediente».