El jueves pasado, entraron en vigor dos leyes que prohíben toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza. Esta decisión, respaldada por 92 de los 120 diputados de la Knéset, desafía la Convención General sobre Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas, que Israel está obligado a respetar.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, notificó al secretario general António Guterres que la UNRWA debe cesar sus operaciones en Jerusalén y evacuar sus instalaciones antes del 30 de enero. El gobierno israelí acusa a la agencia de tener vínculos con Hamás, aunque no ha presentado pruebas concluyentes.
La UNRWA, creada en 1967, tiene el mandato de proporcionar alivio y desarrollo humano a los refugiados palestinos en Jordania, Líbano, Siria, Gaza y Cisjordania. La prohibición de sus actividades podría tener consecuencias catastróficas para la población palestina, que depende en gran medida de sus servicios.
Un ‘paragobierno’ en riesgo
La UNRWA actúa como un ‘paragobierno’, proporcionando servicios esenciales como educación y salud directamente a la población refugiada. Según Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA Comité Español, ninguna otra agencia de la ONU tiene la capacidad de reemplazar a la UNRWA en estos sectores.
La guerra ha desplazado a 1,9 millones de personas en los últimos 15 meses, y muchas familias han tenido que mudarse repetidamente. La UNRWA es crucial para la reconstrucción de Gaza, una tarea que podría tardar décadas.
Desafíos educativos y sanitarios
El conflicto ha dañado el 95,2% de las escuelas en Gaza, y muchas necesitan reconstrucción completa. La UNRWA gestiona 288 escuelas y proporciona educación a 300,000 estudiantes. Además, ofrece apoyo psicosocial a miles de desplazados.
En el ámbito sanitario, solo el 38% de los centros de salud en Gaza están operativos. La UNRWA administra tres centros de salud y 52 puntos médicos, ofreciendo miles de consultas diarias y vacunaciones rutinarias.
Una decisión sin precedentes
La prohibición de la UNRWA es un hito sin precedentes en la historia de la ONU. La Asamblea General ha solicitado una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre la legalidad de estas leyes israelíes.
Raquel Martí advierte que el objetivo final de Israel podría ser desmantelar cualquier proceso de paz en la región. La UNRWA simboliza los derechos de los refugiados palestinos, y su ausencia sería una tragedia para la población que más la necesita.