El huracán Rafael, clasificado como categoría 3, ha impactado la costa suroeste de Cuba, específicamente en la provincia de Artemisa. Este fenómeno meteorológico ha causado un apagón total en la isla, según informó la estatal Unión Eléctrica (UNE). El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. ha confirmado que los vientos sostenidos alcanzan los 185 kilómetros por hora.
El ojo del huracán se localizó a las 16:15 hora local a unos 65 kilómetros al suroeste de La Habana y a 50 kilómetros al sureste de Bahía Honda. Rafael se desplaza hacia el noroeste a una velocidad de 22 kilómetros por hora, lo que ha llevado a las autoridades a evacuar a miles de personas en las zonas más afectadas.
Se espera que el huracán continúe su trayectoria hacia el sureste del Golfo de México, afectando también a los Cayos de Florida. Los meteorólogos han alertado sobre una peligrosa marejada ciclónica que podría elevar el nivel del mar hasta cuatro metros en algunas partes de la costa sur de Cuba.
Además, el NHC ha advertido sobre fuertes precipitaciones que podrían alcanzar hasta 300 milímetros en áreas del Caribe occidental, incluyendo Jamaica, las Islas Caimán y el oeste de Cuba. Estas condiciones climáticas extremas son parte de una temporada de huracanes en el Atlántico que se prevé más activa de lo habitual, con entre ocho y 13 huracanes esperados.
En respuesta a la devastación causada por Rafael, Venezuela ha enviado más de 300 toneladas de ayuda humanitaria a Cuba. Desde Puerto Cabello, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Yván Gil, destacó que esta ayuda es un mensaje de solidaridad con Cuba, que ha sido víctima de dos eventos climatológicos importantes recientemente.
La temporada de huracanes de este año ya ha visto la formación de 11 huracanes, incluidos Beryl y Milton, que alcanzaron la categoría 5. La cooperación internacional y la preparación ante desastres naturales son cruciales para mitigar los impactos de estos fenómenos en las comunidades afectadas.