La DANA más devastadora de las últimas décadas ha dejado un saldo trágico en España, con 223 muertos, de los cuales 215 corresponden a la Comunidad Valenciana. La situación es crítica, con 50 personas aún desaparecidas en la región. Las autoridades han activado el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea para recibir apoyo internacional.
El Gobierno ha solicitado 100 equipos de bombeo de alta capacidad y 50 expertos en Asistencia Técnica y Apoyo para hacer frente a las inundaciones. Además, se ha declarado zona catastrófica el territorio afectado, anunciando un paquete de ayudas de 10.600 millones de euros para la recuperación.
En el ámbito político, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado al Gobierno por su gestión de la crisis, acusándolo de ‘dimitir de sus responsabilidades’. Por otro lado, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha admitido a trámite un recurso contra la Generalitat por su presunta inactividad durante la emergencia.
La tensión política también se ha manifestado entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ribera afirmó que le costó ‘hasta cuatro llamadas’ localizar a Mazón durante la emergencia, lo que este último ha calificado de ‘manipulaciones’.
En un mensaje en redes sociales, Mazón compartió un SMS recibido de Ribera, donde se le informaba sobre la situación crítica y la disposición del Gobierno para ayudar. Sin embargo, el intercambio de acusaciones ha generado controversia sobre la coordinación entre las autoridades locales y nacionales.
Mientras tanto, la Generalitat ha instado a los voluntarios a organizarse a través de la web Som Solidaritat, buscando canalizar la ayuda de manera efectiva. La colaboración ciudadana es crucial en estos momentos para apoyar a los equipos de rescate y asistencia que trabajan en las zonas más afectadas.
La situación sigue siendo crítica, y las autoridades continúan monitoreando el clima y las condiciones en las áreas afectadas. Se espera que las lluvias disminuyan en los próximos días, lo que podría facilitar las labores de rescate y recuperación.
Este desastre natural ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los sistemas de alerta temprana y la coordinación entre diferentes niveles de gobierno para responder eficazmente a emergencias de esta magnitud.