A las 4 de la madrugada del 18 de junio, un incendio en una vivienda en la avenida Reyes Católicos, 49, portón 3, movilizó a la Policía Nacional y a los Bomberos. Una mujer fue rescatada sin quemaduras, pero trasladada al hospital, mientras que los vecinos expresan su frustración por un incidente que consideran evitable
A las 4 de la madrugada de este martes 18 de junio, todas las alarmas saltaron en la avenida Reyes Católicos, 49, portón 3, debido al incendio de una vivienda en el Bajo A. La Policía Nacional y los Bomberos se personaron inmediatamente en el lugar, iniciando un rescate complejo debido a las numerosas rejas que bloqueaban la entrada. Sin embargo, el SEIS, con la ayuda de los vecinos, logró acceder a la vivienda, encontrando a la propietaria dentro de la bañera. La mujer, sin sufrir quemaduras, fue atendida por el 061 y trasladada al Hospital Universitario de Ceuta.
Desafortunadamente, según los vecinos, «era un suceso que se podía haber evitado». La tarde anterior, los vecinos habían llamado al 112 para alertar sobre el comportamiento errático de la mujer, quien estaba en la puerta de su vivienda rodeada de colillas y gritando que se iba a quemar. El 112 les informó que debían presentar una denuncia colectiva, pero horas después, se cumplió el temor de los vecinos y la vivienda se incendió.
En el domicilio también se encontraba un gato ciego, muy asustado, que fue recogido por una vecina. La mujer rescatada está bajo tratamiento psiquiátrico y llevaba varias semanas sin medicarse, lo que había provocado conflictos con numerosos vecinos. «Últimamente no paraba de amedrentar a los vecinos, rompía cristales y se mostraba muy agresiva. Es una buena persona y muy educada, pero al dejar la medicación ha perdido el control de sí misma y ello le llevaba a provocar situaciones que la hacían irreconocible», señalan los vecinos.
Afortunadamente, la mujer pudo salir a pie de la vivienda, pero ahora será evaluada por los servicios del Hospital Universitario. Los vecinos expresan su preocupación y piden una solución para evitar que incidentes similares pongan en riesgo la vida de muchas familias. «Nosotros queremos que viva en su domicilio, evidentemente, pero en esas condiciones no lo puede hacer. Vive sola con su gato y al no estar medicada pueden ocurrir situaciones de este tipo. Ella gritaba que le habían quitado a su bebé, refiriéndose a su gato, que había salido de la vivienda. Lo ocurrido después es lo que lamentablemente era un grito a voces y que en cualquier momento podía pasar», insisten.
El edificio fue desalojado debido al incendio, afectando a personas mayores y otras con discapacidad. Afortunadamente, dos horas después, todos los vecinos pudieron regresar a sus domicilios una vez que los Bomberos ventilaron la zona. La vivienda ha quedado gravemente afectada por las llamas y los vecinos exigen una solución para prevenir futuros incidentes que pongan en peligro a las numerosas familias del edificio.