El precio máximo de venta al público de la bombona de butano ha subido un 4,27% desde este martes, situándose en 16,61 euros. Esta tendencia al alza comenzó en septiembre y se ha confirmado con la última revisión publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El precio de los gases licuados del petróleo envasados (GLP), en envases de entre 8 y 20 kilogramos, no está liberalizado y se revisa bimestralmente. Esta revisión depende de varios factores, como el coste de la materia prima en los mercados internacionales, el coste del transporte y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
En la última revisión, el aumento del precio se debió principalmente a un incremento del 9,05% en la cotización de las materias primas. Sin embargo, este aumento fue parcialmente compensado por una disminución del 1,73% en los precios de los fletes y una ligera apreciación del euro frente al dólar del 0,70%.
Actualmente, se consumen 64,5 millones de envases de GLP de diversas capacidades en España. Aunque es un combustible en retroceso, sigue siendo esencial en áreas sin conexión a la red de gas natural. Desde 2010, el consumo total de GLP envasado ha disminuido más del 25%.
Revisión del precio de la bombona
El Ministerio para la Transición Ecológica ha iniciado una revisión de la fórmula que calcula los costes de comercialización de la bombona. Esta revisión busca reflejar de manera precisa los costes del sector, teniendo en cuenta eventos recientes como la pandemia y la invasión de Ucrania.
En junio, se lanzó una consulta pública para recibir aportaciones de los interesados. El 5 de noviembre, se presentó una propuesta de orden ministerial para actualizar la fórmula de cálculo, diseñada por la CNMC.
Por otro lado, la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FedGLP) ha convocado paros en el reparto domiciliario de butano. Reclaman una mayor retribución y piden al Ministerio que convoque una mesa de diálogo. Consideran que los cambios propuestos están lejos de la retribución mínima necesaria para cubrir los costes de distribución.
En conclusión, el aumento del precio de la bombona de butano refleja una combinación de factores económicos internacionales y decisiones políticas locales. Mientras el sector se adapta a estos cambios, los consumidores deberán estar atentos a futuras revisiones y ajustes en el mercado energético.